Práctica

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Deidara se quedó quieto tratando de averiguar si lo que su amigo había dicho era una broma de mal gusto, pero al ver el pánico en sus ojos, su cuerpo tenso y sus labios nerviosos, sabía que había escupido la verdad.

-No es posible, hm- soltó el rubio haciendo que el religioso se escogiera en su lugar.

-Pues, lo es- dijo Hidan en voz baja, levantando la cabeza temiendo encontrar en la cara de su amigo alguna expresión de asco o desprecio, pero vaya que se llevó una gran sorpresa al ver que ese chico de larga cabellera dorada, tenía los ojos iluminados y las mejillas sonrojadas.

-¡No es posible, no es posible, no es posible, por Dios, tienes que contarme todo, hm!- gritó Deidara para tomar el brazo del fanático y arrastrarlo a la cama.

Una vez acomodados sobre el colchón, Hidan trató de explicarle al artista lo ocurrido pero este no paraba de interrumpirlo.

-¿¡Cómo se siente estar conectados!?, ¿¡es tan increíble como lo platican!?, ¡hm!- el artista no podía con la emoción, por fin tenía a alguien que le podía contar a detalle qué era esa máxima conexión.

El mayor lo pensó un momento antes de responderle, todavía le era difícil digerir lo ocurrido.

-Fue extraño, sabía que estaba ahí, pero no tenía el control total sobre mi cuerpo, era casi como verme en un sueño- explicó con torpeza Hidan confundiendo un poco al chico de la arcilla.

-Pero, ¿te sentiste fuerte?, hm-

-Me sentí pesado, cómo si en mi interior hubiera un gran poder, fue impresionante- confesó el mayor recordando cómo en aquel río vio a ese chico, parecía tan único, especial y loco, cómo si lo mejor de cada uno se hubiera mezclado creando a ese ninja.

Deidara al oír eso eso sonrió de par en par, ahora más que nunca deseaba unirse con alguien y experimentar ese sentimiento.

Por otro lado Hidan no paraba de preguntarse si era así como Kakuzu se sentía día con día.

"Ahora entiendo porque ese anciano apestoso es tan confiado" pensó el fanático mientras el artista se ponía de pie para quedar frente a él.

-¿De verdad no recuerdas cómo fue que lograron unirse, hm?-

-Ya te dije que lo tengo borroso, estábamos luchando y de repente hubo una gran luz-

-Entiendo, en ese caso, no hay que perder más tiempo, hm-

-¿De qué estás hablando?- Hidan tenía un mal presentimiento.

De forma tosca Deidara sujeto los hombros del más alto.

-¡Fusionate conmigo, hm!-

Lo siguiente que pasó, fue que el religioso soltó un escandaloso y fuerte gritó, capaz de levantar a los muertos de sus frías tumbas.

-¿¡ACASO ERES UN IDIOTA!?, ¡VETE AL CARAJO ESTÚPIDA PRINCESA DE LA ARCILLA, NI LOCO PODRÍA HACER ESO CONTIGO!-

-¿¡A QUIÉN LE ESTÁS LLAMANDO PRINCESA!?, ¡ESTO TAMPOCO ME ENCANTA, PERO ERES EL ÚNICO IMBÉCIL QUÉ SE HA CONECTADO, NO TENGO OTRA OPCIÓN, HM!-

-ALÉJATE DE MÍ, NO QUIERO QUE ME TOQUES, QUE ASCO-

-¡DEJA DE COMPORTARTE COMO UN MALDITO BEBÉ Y AYÚDAME, HM!-

Ambos se miraban desafiantes, ninguno estaba dispuesto a ceder, pero entonces alguien llamó a la puerta, haciendo que los ninjas se tranquilizaran lo suficiente para abrirla.

Del otro lado estaba un muy cansado Itachi, que por su apariencia y cabello, parecía que acababa de despertar de un largo sueño.

-¿Podrían bajar un poco el volumen?, hasta mi habitación se escuchan sus planes- dijo el Uchiha haciendo que los presentes se pusieran rojos por ser descubiertos de esa manera.

Kakuhidan "La máxima conexión"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora