Cap 92

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Jimin apagó rápidamente su teléfono y tiró el aparato descuidadamente en algún lugar de la habitación. No podía creer que absolutamente nadie le había dicho lo de Xan, hace nada el omega podía recordar como ambos se besaban en la cama del alfa y ahora Xan estaba medio muerto.

Jimin sabia como funcionaba el “tema” de un coma, te daban falsas esperanzas para seguir gastando tu dinero en cuentas de hospital y al final la persona jamás despertaba. No podía creer que él y Xan habían llegado a tal estado demasiado miserable y, solo ahora pudo ponerse a pensar en lo afortunado que fue él de poder seguir despierto en este momento.

Sentía que sus emociones estaban a punto de desbordarse y usualmente aquí es cuando acudiría a la cocina, pero se suponía que iba a ir a rehabilitación así que las drogas en este momento eran un gran no, no. Sentía que le picaba la piel tan fuerte que por un momento consideró quitársela para aliviar el malestar.

Jimin trató de salir de la cómoda cama del hospital e ir rápidamente a donde sea que se encontrara Xan, sin embargo, al momento de poner un pie en el suelo su equilibrio falló miserablemente y terminó cayendo fuertemente con un ruido sordo.

El omega jadeó por el dolor de la caída y procedió a tratar de levantarse, pero francamente era una tarea algo complicada en este momento. Jimin pasó a la ira rápidamente ¿Por qué no podía moverse? Se suponía que ya no estaba usando drogas y debería estar bien ¿Por qué se sentía tan inútil? ¿Por qué todas sus extremidades se sentían como gelatina? ¿Por qué no podía hacer algo tan simple como caminar? ¿Por qué se sentía tan sofocado y al borde del llanto? ¿Por qué sentía que todo iba a salirse de control?

Jimin formó puños con las manos y comenzó a golpearse las piernas en un intento de hacerlas funcionar y lograr pararse, conforme pasaban los minutos el enojo por parte del omega empeoraba más y los golpes iban cada vez con mayor intensidad. Únicamente se detuvo cuando sintió la necesidad de jadear por aire y se dio cuenta de que tal vez había golpeado muy fuerte.

Pero seguía enojado, porque la vida era una mierda y parecía nunca ser justa con él. Así que agarró la charola de comida que habían traído recientemente y la arrojó con todas sus fuerzas a la pared más cercano. El objeto hizo un sonido tan estridente que probablemente todas las personas cercanas a su habitación ya habían sido advertidas sobre su pequeño ataque de ira, no le importó. Jimin siguió golpeando aquel objeto contra la pared una y otra y otra vez mientras sentía lágrimas de impotencia deslizarse por su rostro.

El omega perdió la noción del tiempo mientras seguía descargando su ira contra el inanimado objeto y únicamente fue detenido por un par de manos cálidas y fuertes que agarraron la charola y delicadamente la retiraron de sus manos. Era Toji.

Jimin salió de su pequeño trance para mirar fijamente a su padre quien le brindaba una especie de sonrisa tranquilizadora.

—¿Por qué?— preguntó Jimin mientras llevaba el dorso de su mano a su rostro y se secaba las lágrimas con rudeza. —¿Por qué las cosas tienen que ser así?— volvió a preguntar.

Toji suspiró mientras cargaba a Jimin como si de un gatito se tratase y lo llevó a la aparente silla de ruedas que el alfa había traído y que Jimin recién notaba en la habitación. —La vida suele ser difícil para todos, y es normal que toda persona viva haya sentido por lo menos alguna vez en su vida que estaba en su límite y ya no podía más. Sin embargo, Jimin tienes que recordar que ya no solo eres tú en este mundo, hay una personita que depende de ti y ahora está esperando afuera para poder visitarte. Deberías tratar de calmarte y si sientes que ya no puedes seguir más, solo recuerda que tu hijo espera a un padre en toda la regla, mejora por él y vuélvete una mejor persona por él—

 Tell Me How You Hate Me (Kookmin AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora