Los dioses del llanto me dicen que ya no habrá tormenta pero se que tropezaré en mi intento de respirar aunque sea un poco más y el caos se vuelve a presentar en la tormenta que veo venir por la ventana de mis miedos. Pido al poder del viento, trueno y lluvia que no haya tormenta más grande que tú y yo, es así como prevalece el corazón nacido en vendaval. Pero no puedo estar siempre así y la felicidad se convierte en un círculo que aspira a bucle eterno, no sé sobrevivir ya y mi ser clama por todo aquello de lo que nunca hablo, si no queda claro te cuento lo demás en mis sueños y en otra versión de la misma tormenta que nació en una de nuestras tantas noches largas. Al borde del rezo pedí religiosamente que mi tormenta destrozara la realidad porque qué más da si mañana no estoy aquí para sobrevivirla, sostén el corazón que esta misma noche comenzaron a llover rayos en los pensamientos de un amante. Tengo hecho trizas el corazón y en la mente habitan aquellos bucles de los que no me escapo ni en mis más terribles sueños, te pido considerarme demente cuando ya no sienta nada y solo quede la lluvia fría que ama el viento y adora en altares a las nubes. Lágrimas corren cuando escucho el trueno de tu otro corazón y no me importa lo que suceda después de que la tormenta termine. Mis tormentas son infinitas
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TORMENTAS
PoetryUna nueva colección de poemas, relatos y pensamientos que se adentran en las tormentas del ser y en los delirios de una mente que se quiere quedar sin recuerdos.