La Fantasía de los Ausentes

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¿Cómo conocer lo que amaste tanto tiempo?
La realidad que revienta los pensamientos y de golpe como si de abrir una ventana vieja y atascada se tratase, se ilustra que nunca estuvo ahí lo que te hacía creer que las sonrisas eran sinceras, sonrisas de un alma que ama a ciegas;

Así es como se termina en un estado inmerso, sumido en la falacia de los falsos niveles superiores del ser, justamente en uno que no siente más de lo que suele pensar;

Es de consciencia que una conversación inteligente la tiene cualquiera que tenga el valor de expresar lo que piensa;

Se cae en las esperadas noches de vela, que fantasean con encontrar un tesoro, sin embargo, la sensación del tesoro terminó en  papel, el cual dejó cortes con cicatrices invisibles que duelen en la sangre y en todo pensamiento de lo idealizado del ser;

Al cuantificar lo dolido, sé que me ha salido tan caro en el corazón tu delirio, no obstante, también sé que solo he perdido lo que en mi egocéntrica manera de creerte puse como valiosa ofrenda y eso me ha llevado a qué con solo haberte amado aprendiera la mentira de la pertenencia;

Los ojos que ya no ven más de lo evidente, se percataron que desconocía todo lo que el corazón a la lejanía es capaz de sangrar y gritar, así como solo con creer verte en tu estado más real, salvaje y humano tuvo como consecuencia la destrucción de la ilusión de un inexperto amante que estaría por encontrarse con el miedo del reemplazo;

En mi desdicha, terminé amando lo inexistente y buscando lo invisible, explorando en cada rincón que tuviera el aroma del dolor que dejaste; y así fue como entendí que nunca fuiste ni serás lo que un día mi corazón anhelo, puesto que como un caudal, resultó que buscando tu amor perdí todo lo que un día quise llamar amor.

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