Patético Intento de Salvavidas

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Siempre conocí tus caras
Cada una que siempre tuvo la tristeza impregnada que solo el pasado aferrado puede causar.

Tú tenías mi cara B con el toque de ilusión de un muchacho con la chispa de las primera experiencias
Ningúna de nuestras caras fue real y tu toque por siempre me será desconocido.

En cambio tu dolor, tristeza y las ansias de herir la carne siempre las tuve dentro del pensamiento y el ardor de mi dañada piel no deja mentir a tus acciones.

No me conociste, nunca supe por qué me quedé tanto junto a ti y con el paso de los te amo me fuí convirtiendo en el adorno lleno de polvo que de vez en cuando se le presume a alguna visita.

Solo que esa visita sería mi reemplazo y creo que te iba muy bien
Quisiera deseas lo mejor pero ya no estoy

La sutileza de tu tristeza carcomía en silencio perpetuo nuestros corazones y el dolor era camuflajeado con excusas de quién se acostumbró a lo crónico
No estoy a la altura de tu tristeza y es por eso que yo me fuí tantas veces.

Sin embargo yo en la solitaria felicidad decidí regresar a mis vicios, los mismos que estaban terminando con mi vida sin luz
Salté con la fe de los que ya no creen y salí de tus círculos.

Ahora vienes a llorar por mi, tus patadas de quién no sabe nadar me hacen pensar en que tus terapias escurren tu inutilidad.

Algún día sabrás que por ti esperé tanto y la paga de semejante pecado fue la pérdida de luz en mis averiados ojos
Adiós triste y patética intento de salvavidas.

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