TORMENTAS

Decencia de odiarme

Me encuentro perdido en tu brillo y en la belleza de la oscuridad que me dan tus ganas de estar aquí, cosa que acompaña el olvido de toda risa del historial de una memoria influenciada por la tristeza. Noches espectaculares y días llenos de nada son los que me hacen desear una fecha más a lado de lo que no te gusta de mí, me siento tan agradecido de que no estés aquí. Todo el amor que se pronunció en los labios que nunca besé se volvió la primera cosa que odié en mi colectivo sentimental y no hay argumentos contra los pedazos que rebotaron al escucharte hablar de alguien más, no tenerte a mi lado es la bendición del Dios que dejó de existir pero el movimiento de tus ojos tuvo la decencia de odiarme. Soy un chico solo que no encontró su felicidad en la suya y todo lo que soy fuera de ella me hace ser aquella memoria sin fundamento del que hablan tras muchos tragos, solo debo ser todo lo que odias para que un día mi recuerdo se convierta en astro irremediable. Siempre amé mi facilidad para amarte y tu decencia de odiarme.