Crónicas después del Sexo

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Estar dentro puede ser la sensación más extrasensorial que se experimente, estar fuera puede ser la más desesperante y que lucha salvajemente por volver a sentir el calor del otro. Después de liberar la vida misma se desea aquella muerte inexistente, se queda uno con la sensación de no pertenencia y lo acompaña la soledad del alma que se ha escapado junto con todo lo demás, las sábanas son testigo del violento vendaval de nuestros cuerpos y la música es compuesta por la naturaleza más pura y desconocida del ser. Súbita elipsis en la que voy por la ciudad en un movimiento rentado con voces de fondo, luces de adorno y la soledad de mis pensamientos, nacen preguntas mientras recibo las luces blancas de la calle y la radio suelta susurros de algo imaginario. ¿Qué tanto soy yo fuera de ti? Ha de preguntar el pedazo de mi alma atrapado dentro de mi.

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