Maratón 10/10
Lauren
Los pensamientos de anoche se arremolinan dentro de mi cabeza como peces en una pecera. No debería haberla tocado, burlado de ella o dejar que se metiera debajo de mi piel, pero no había forma de evitarlo. Ella es demasiado ingenua para su propio bien. Todo menos decirme que la lleve, recordándome que pagué por ella, como si pudiera olvidar.
Demasiada necesidad reprimida combinada con el alcohol en mi sistema me hizo difícil controlarme, y por eso me rompí.
La deseaba, la deseaba tanto y, sin embargo, me convencí a mí misma hasta el borde del precipicio.
Todo lo que pude ver fue su miedo reflejándose en mí. Me golpeó justo en el pecho y me hizo difícil respirar. No pude animarme a continuar, a lastimarla, aunque supe que pronto, haría precisamente eso. Pero una parte egoísta de mí quería continuar, quería probar, incluso en contra de sus deseos.
El sexo llegaría muy pronto, y toquetearla, sería la menor de sus preocupaciones.(NOTA: eso esperamos)
Como si pudiera escuchar mis pensamientos, Camila se movió a mi lado. Sus ojos se abren rápidamente y su cabeza se vuelve para ver si estoy aquí o no. Aparte de anoche, la he abrazado todas las noches desde que llegó aquí. No pude animarme a hacerlo ayer.
Dándome la vuelta, desaparezco en el armario para vestirme. Cuando regresé, ella todavía estaba en la cama, la manta subida hasta su pecho y sus grandes ojos marrones mirándome como si fuera un depredador que está a punto de saltar sobre ella.
Ella no se equivoca.
-Vístete, desayunaremos juntos en la terraza.
Eso la anima un poco. Se quita la manta de su delicado cuerpo y pasa a mi lado y entra en el armario. Unos momentos después, regresa vestida con un atuendo casual de jeans y una camiseta. Estoy medio tentado de decirle que se ponga un vestido solo para poder verla con uno, pero eso sucederá muy pronto. Además, no sé si puedo manejar una discusión con ella tan temprano en el día.
Tomando su mano en la mía, camino a un ritmo más parejo para que ella pueda seguir el ritmo. Camina a mi lado en silencio, y cuando llegamos a la terraza, deja escapar un suspiro. Escucho su respiración y la miro, viendo como aspira aire fresco a sus pulmones y sonríe.
Ella no fue hecha para estar enjaulada, es obvio, pero dejarla libre no es una opción en nuestro mundo. No ahora y tal vez nunca.
Nos sentamos y ya puedo verla mirando la papaya fresca que había pedido solo para ella. Sé que es su favorito. Mis espías me mantuvieron bien informado sobre todos sus gustos y disgustos. Me pregunto si habrá notado que siempre hay algo en el menú que le gusta.
Como esperaba, primero toma la fruta y luego agrega un poco de yogur y granola a su plato. Me lleno el mío con una tortilla antes de servirnos un vaso de jugo de naranja recién exprimido. La veo tomar algunos bocados pequeños y luego decido que es hora de ponerla al corriente de nuestros planes de fin de semana.
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Inicios Salvajes {Camren GP}
RomanceComenzó con una sola mirada, mi obsesión, mi deseo y necesidad de poseer a la dulce e increíblemente ingenua Camila Cabello. Como una ladrona, llegué en medio de la noche y la robé de su castillo protegido y la inst...