Maratón 5/10
Camila
Es hora de mi pago.
Tengo que recordarme a mí misma que es solo una ducha y que ya me ha visto desnuda antes. Además, me casaré con ella la semana que viene, y luego esperará de mí algo más que duchas. Esto va a suceder independientemente. Bien podría acabar con esto. Agarrando el dobladillo de mi camisa, la levanto y me la paso por la cabeza.
Tan pronto como el aire fresco toca mi piel, tiemblo. La mirada penetrante de Lauren está sobre mí, y me siento como un cordero al que llevan al matadero.
No obstante, aprieto el botón de mis jeans y los empujo por mis piernas, tratando de no temblar como lo hago. Quitándolos, mis bragas van a continuación, y luego mi sostén. Levantando los ojos del suelo, veo un hambre como nunca había visto en su rostro. Casi jadeo ante la mirada intensa, pero la reprimo en el último minuto.
Me bebe y comienza a desvestirse. Mordiendo el interior de mi mejilla, miro a cualquier parte menos a ella. Sí, eventualmente vamos a tener sexo, pero todavía no estoy acostumbrada a que nadie me vea desnuda o que yo vea a alguien más desnuda.
—¿Tienes miedo de mirar? ¿Te preocupa que puedas ver algo que te guste?
Decidida a hacer esto sin retroceder, levanto la mirada y la miro fijamente. Lo miro de la forma en que ella me miró, asimilando su físico bien formado, las líneas definidas y hasta la V profunda y musculosa que conduce a su pene grueso. Sus muslos son fuertes y torneados , su imagen corporal en general me hace temblar. Parece incluso más imponente sin ropa, y no estoy segura de cómo es posible.
—Te ves agradable. —Trago saliva apenas para pronunciar las palabras.
—¿Agradable? —Se ríe—. Me han llamado muchas cosas en mi vida, pero agradable no es una de ellas. —Le creo. No soy tan tonta como para creer que es una buena persona o que es amable.
—Quiero decir, tu cuerpo es agradable —reformulo.
No dice nada, solo me mira de forma extraña y se dirige al baño. La sigo en silencio. Abre la puerta de vidrio, enciende el cabezal de la ducha y pasa por debajo antes de que se caliente. Espero unos momentos hasta que el agua esté lo suficientemente caliente antes de reunirme con ella.
Enciende el otro cabezal de la ducha y casi suspiro cuando entro bajo el chorro de agua caliente.
Es una ducha grande, fácil de hacer para dos personas, y aun así, el espacio se siente pequeño y confinado cuando se comparte con como ella.
Me quedo mirando su espalda musculosa, observando sus movimientos, disfrutando de la vista ante mí. Volviéndose, me pasa una toalla y me da el jabón. Empiezo a lavarme, tratando de mantener mis ojos en el piso de baldosas, pero sé que ella está mirando todo lo que hago.
Por el rabillo del ojo, veo su miembro pesado balanceándose entre sus piernas, haciéndose más grande y rígido por minutos. Cuando su pene está tan duro que se curva hacia arriba, apuntando a su ombligo, le echo un vistazo y descubro que sus ojos están pegados a mí, un hambre como ninguna otra reflejada en las profundidades verdes.
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Inicios Salvajes {Camren GP}
RomanceComenzó con una sola mirada, mi obsesión, mi deseo y necesidad de poseer a la dulce e increíblemente ingenua Camila Cabello. Como una ladrona, llegué en medio de la noche y la robé de su castillo protegido y la inst...