Maratón 9/10
Camila
Las horas se prolongan hasta la eternidad y, de hecho, me encuentro esperando como un perro a que mi dueña regrese. Es una analogía horrible, pero es la verdad. Miro la puesta de sol a través de la ventana, sintiéndome más aislada del mundo real que nunca en toda mi vida. Peor aún, siento que me derrito en el toque de Lauren.
Amabilidad es lo que me mostró anoche cuando me entregó ese pequeño cuaderno. Fue lo más amable que ha hecho desde que llegué aquí, y me dio ganas de ver si hay más bondad dentro de ella l. Es tan ingenuo suponer que uns mujer que mata, roba y compra a una persona tiene algo de bueno en sí.
La oscuridad comienza a cubrir la habitación y me muevo para encender una de las luces al mismo tiempo que se abre la puerta. Contengo un pequeño chillido y casi me decepciono cuando veo que solo es una sirvienta entrando en la habitación y no Lauren. La que me dio la nota no ha vuelto desde ese día. Siempre ha sido alguien nuevo, y me pregunto por qué no ha vuelto nunca. Estoy segura de que Lauren no sabe nada de la nota, ya que no ha dicho nada. Si lo supiera, me habría castigado o algo así.
Tampoco me buscó para cenar esta noche, al igual que no lo hizo anoche. ¿Por qué se ha detenido?
La criada, que no he visto antes, deja la bandeja con cuidado, casi como si tuviera miedo. Su cabello es largo, rubio y trenzado. Sus facciones son delicadas y parece joven, cercana a mi edad.
Brevemente, me pregunto si debería preguntar por la otra doncella, pero aparto el pensamiento cuando ella comienza a dirigirse hacia la puerta.
Habla con ella, idiota.
—Hola, soy Camila —digo.
Ella me da una sonrisa tímida. —Soy… Marie. Me dijeron que no hablara contigo.
—Nadie sabrá que hemos hablado, solo tú y yo. —Sonrío, anhelando algún tipo de amistad o compañía en este momento.
—Me tengo que ir. Lo siento. —Se escapa de la habitación y cierra la puerta detrás de ella. Como un globo, me desinflo. Mi estómago gruñe, alertándome del hambre, así que camino hacia la bandeja y la llevo a la cama. Mientras como, me imagino corriendo por la hierba y sintiendo gotas de lluvia en mi piel. Anhelo la normalidad a pesar de que el mundo en el que vivo nunca lo permitirá. Mientras como en silencio, me vuelvo cada vez más consciente de lo tarde que se hace y me encuentro vestida para ir a la cama, debajo de las mantas con las rodillas pegadas al pecho.
¿Dónde está? ¿Le habrá pasado algo? ¿Seguirá trabajando? La preocupación supura en mi estómago, aunque no debería. No debería preocuparme por mi salvaje futura esposa. De hecho, debería desearle la muerte, tal vez me enviarían de regreso con mi padre, aunque eso es dudoso. Me entregarían a un mal peor, estoy segura.
Después de lo que parecen horas, y mis ojos comienzan a ponerse pesados, el dormitorio se abre y Lauren entra a trompicones. Su cabello oscuro está despeinado como si hubiera estado pasando los dedos por él, y su corbata se afloja, y el primer par de botones en su camisa de vestir está desabrochada.
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Inicios Salvajes {Camren GP}
RomansaComenzó con una sola mirada, mi obsesión, mi deseo y necesidad de poseer a la dulce e increíblemente ingenua Camila Cabello. Como una ladrona, llegué en medio de la noche y la robé de su castillo protegido y la inst...