Daiquirí de Durazno

Acuerdo

— Me tienes que estar tomando el pelo— dijo Kirishima por tercera vez esa noche.

¿O es la cuarta vez? Bakugo se preguntó mientras se hundía más en los destartalados cojines del sofá, con una cerveza en una mano mientras navegaba por los canales de televisión con el control remoto en la otra.

— Mina Ashido está soltera por primera vez en tres años —

— Lo sé, hombre. Las estrellas finalmente se alinearon. El universo vuelve a tener sentido. El mismo Jesús está llorando mientras hablamos — dijo Bakugo arrastrando las palabras, tomando un largo trago de la peor cerveza caliente que apenas podían permitirse y haciendo una mueca por el sabor agrio.

Después de un turno doble en el bar, todo lo que quería hacer era fusionarse en el sofá mientras miraba la pelea que estaba pasando esa noche, pero no.

La chica de los sueños de su compañero de cuarto tenía que ir y ser abandonada por su novio a largo plazo, y ahora él no se callaría al respecto, sin darse cuenta de las vibraciones letales que él estaba posponiendo en ese momento o simplemente sin preocuparse por ellas.

— ¡¿Cierto?! ¡Es, como, el destino o algo así! — no pudo evitar suspirar soñadoramente, sin embargo, no pudo evitar que su estado de ánimo pasara de ser efusivo a uno decadente y esto su amigo lo noto — Simplemente no sé qué hacer, hermano. Obviamente, ella no estará lista para tener una cita por un tiempo, pero no quiero perder mi oportunidad, ¿sabes? —

— ¿Por qué no vas a molestar a Kaminari con esto en mi lugar? — se quejó, sabiendo ya la respuesta antes de que saliera de la boca del otro hombre.

— Fue arrastrado por Jiro para ser voluntario en el refugio de animales hasta las nueve. Además, él no conoce a mujeres como tú, amigo mío. He venido a ti en busca de orientación sobre los caminos del sexo opuesto —

—Deja esa mierda, sabes que odio cuando empiezas a hablarme como si fueras mi aprendiz raro — espetó, y su amigo echó hacia atrás parte de su cabello rascándose la parte posterior de la cabeza con un gesto tímido sonriendo a modo de disculpa.

— Lo siento. Realmente me vendría bien un consejo en este momento, y sé que siempre me has respaldado, sin importar lo idiota que puedas ser al respecto —

Bakugo tomó el tiro sin pestañear, sabiendo muy bien que se lo merecía, y con un largo suspiro de sufrimiento, silenció la televisión y se enderezó.

— Escucha, hombre — no pudo evitar notar como nuevamente el pelirrojo paso una mano por el cabello antes de pasársela por la cara con exasperación, ese tic que tenía con su cabello era desesperante, pensó en usar eso como un modo de distractor para iniciar una discusión y evitar el tema actual, pero sabría que sería en vano.

Realmente no quería tener esta conversación en este momento. Kirishima estaba tan feliz y, a pesar de su actitud de mierda, quería que su amigo mantuviera esa felicidad por un poco más de tiempo.

Aun así, él no se consideraba como alguien sensible para hablar, por lo que, con la mandíbula apretada y con determinación, alzo su vista hacia los ojos de su compañero y con algo de molestia termino por soltar — Sé que estás emocionado de que ella finalmente esté en el mercado nuevamente, pero escuché algo en el bar hoy que me hace pensar que no va a salir con nadie por mucho tiempo —

— Espera, ¿viste a Mina en el bar hoy? —

Dios, esto iba a ser más difícil de lo que pensaba. Con tan solo mención de ella hizo que su amigo se animara como un cachorro emocionado.

El chico estaba perdido.

— Sí... estaba tan destrozada, no creo que me reconociera, no es que estemos exactamente sobre una base de nombre para empezar... — refunfuñando, distraídamente se rascó la pierna haciendo algo de fricción en ello antes de dar las malas noticias como un hombre — De todos modos, ella estaba hablando con su amiga, y las dos hicieron una especie de pacto de que no volvería a salir hasta que su amiga lo hiciera —