Estar al día

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La cabeza de Mina no paraba de palpitarle, no esperaba que la resaca le diera tan rápido, debió ser gracias a la comida y el agua que no paraba de darle Kirishima para estabilizarla. No supo en qué momento llego hacia ella ni cuando salieron del bar, pero agradecía tener algo de compañía después de que se llevaran a su amiga a descansar, cosa que creía también debería estar haciendo ella.

Sin embargo, ahí estaba terminándose su segundo plato de papas fritas mientras trataba de no reír tanto con lo que le decía el chico de afilados dientes... si, no había notado ese detalle antes. Se pregunto si esos caninos podrían dejar una buena marca en su piel.

— ¿Estas bien? Noté que te perdí al final de la anécdota, es una lástima que ahora no sepas como termina mi batalla contra esa ardilla —

Se concentro de nuevo en él después de escuchar esas palabras, tenía que alejar esos pensamientos intrusivos.

— Estoy segura de que si te lo pidiera no tendrías problema en volvérmelo a contar — atino a decir mientras veía como sus ojos se agrandaban, no pudo evitar tener cierta satisfacción al lograr dar en el blanco.

Escucho un vago carraspeo para después verlo levantar su brazo y pasar su mano sobre su cabello.

Oh

Su corazón dio un vuelco, ese tic siempre había sido una debilidad latente que tenía cuando se trataba sobre él.

Trato de desviar su mirada, ahora ella la que estaba siendo tímida, definitivamente el alcohol estaba haciendo de las suyas.

— Te extrañe — termino por soltar después de obligarse a devolver la mirada hacia él.

Kirishima se había convertido uno de sus pilares cuando se trataba de estar en su vida, desde el primer día que se dirigieron la palabra en la compañía habían hecho un match perfecto. Diariamente sus almuerzos y días se alternaban entre él y Yaomomo para pasarla bien.

Pero no pudo evitar darse cuenta de que su relación cambio cuando ella consiguió un novio. De todas las cosas que se arrepentía sobre salir con ese tipo, el haberse alejado de su querido amigo era una de las que más lamentaba.

Más aun cuando Kirishima había dejado de trabajar en el mismo lugar que ellas desde hace tres años. Simplemente el tiempo hizo lo suyo al no permitirle convivir como le era costumbre con la persona que tenía delante.

— Yo también... ¿Cómo has estado? Escuche por ahí que terminaste con ese tipo —

— Ciertamente...las noticias vuelan rápido —

— De verdad vuelan rápido — Una sonrisa apareció en su rostro a modo de consuelo hacia ella o bueno, así la había interpretado — ¿Quieres hablar de ello? — continúo tímidamente, como no queriendo soltar la pregunta.

—He hablado mucho sobre él durante estas últimas semanas, la verdad es que preferiría compartir contigo más cosas antes de volver a perder comunicación de nuevo—

— ¿Estas bromeando? —La mirada incrédula que le dirigió la dejo desconcertada —Si piensas que permitiré que de nuevo nos alejemos deber estar loca, estos tres años sin ti rondándome ha sido completamente aburrido, es muy difícil lograr que Bakugo me siga en mis bromas y mi otro compañero de cuarto Kiminari recientemente descubrió una fascinación por su amiga de la infancia Kyoka, nadie puede lograr que se separe de ella —

No pudo impedir que una pequeña risa saliera de sus labios, le gustaba lo espontaneo que podía llegar a ser, nunca lo había considerado una persona tímida y por eso siempre le había gustado.

Aun así, se seguía preguntando porque había elegido salir con aquel tipo y no esforzarse más por lograr un coqueteo decente con él.

¿Tanto la cegó aquel hombre que había logrado sacar de sus pensamientos a Kirishima? Debía reconocerle que fue un logro muy alto.

—Me alegro de que me obsequies esa risa, eso significa que estás de acuerdo conmigo —

— Definitivamente —

— Perfecto, ya que tenemos mucho tiempo perdido que hay que recuperar, estaba pensando en que podemos seguir nuestro reencuentro para el siguiente fin de semana —

— Creo que no tengo nada previsto ese día —

— ¡Claro que lo tienes! Me he convertido en ese plan que puedes colocar en la agenda que te dio Yaoyorozu como regalo de navidad hace tres años —

— ¿Ese viejo libro? Termino siendo usado por ella misma después de dos meses y ahora que lo mencionas, tengo que recordarle que me sigue debiendo un obsequio —

—Entonces creo que yo también tendré que preparar algo para compensar todos esos obsequios que no recibiste de mi—

— Oh, no creo que debas hacerlo —

—Quiero hacerlo —

La determinación con la que lo dijo hizo que su respiración se cortara y nuevamente sintió como su rostro se calentaba.

— Yo... creo que va siendo hora de que regrese — hecho un pequeño vistazo hacia su reloj con la esperanza de que eso pudiera calmarla.

—Tienes razón — termino por decir después de copiar su acción; se levantó del asiento y saco su cartera para dejar el dinero del consumo sobre la mesa — Y antes de que digas algo, esta cena la pago yo, tómalo como compensación después de dejarte abandonada todos estos años —

—...Tonto — no pudo decir nada más al sentir como una cálida sensación se posicionaba en su pecho.

—Desearía dejar de serlo pronto, estoy ansioso por hacer que me veas de otra manera —

No tuvo que agregar nada más y bajo un cómodo silencio se dirigieron hacia su hogar.

Realmente desde el fondo de su corazón, esperaba que Bakugo lograra conquistar a Yaomomo, no creía ser capaz de soportar tantos ataques sin poder caer ante la persona que caminaba a su lado. 

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Notas

Realmente tenia ganas de meter un poco sobre estos dos, ¡espero que hayan disfrutado de la lectura!

Nos vemos en la próxima actualización.

Daiquirí de DuraznoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora