Sin Tí

52 6 2
                                    


Por Torenza

Traducido por Inuhanya

-.-.-.-.-.-

-.-.-.-.-.-

Capítulo 16

Sin Ti

Alguien estaba sosteniendo su mano. Probablemente fue lo primero de lo que se dio cuenta cuando finalmente despertó. Podría escuchar vagamente a su madre y su abuelo conversando cerca en voz baja y, a juzgar por la mano suave y fría que agarraba la suya, era su madre quien sostenía su mano.

Lo primero que hizo Kagome fue apretar su mano y abrir los ojos mientras levantaba la otra mano para sofocar un bostezo. "Qué hora es?" Entrecerró los ojos en su reloj de pulsera para averiguarlo... sólo que ya no llevaba puesto su reloj. En cambio, llevaba un brazalete de papel con su nombre y fecha de nacimiento escritos en él.

Rápidamente miró a su madre y abuelo y los vio sonriéndole, de esa manera inquietante que usaban cuando había sucedido algo—fuera bueno o malo.

Hubo un ruido en algún lugar cercano y Kagome se sentó tan repentinamente en su cama que casi se provoca mareos.

"No deberías hacer eso, cariño." Sintió a su madre presionar sus hombros para que se recostara, pero Kagome estaba muy ocupada mirando a su alrededor como para prestar algo de atención.

"Por qué estoy en el hospital?" preguntó ella rápidamente, lanzando una mirada sorprendida alrededor de su pabellón. Había otras dos camas vacías ahí con ella y un jarrón de flores secas en su mesita de noche. "Qué pasó? Dónde está Souta? Dónde está Inuyasha?"

"Souta acaba de ir a la máquina expendedora." Explicó su madre. "Pero... no recuerdas lo que sucedió?"

"Íbamos a casa..." Kagome frunció mientras trataba de recordar. "Íbamos conduciendo y... recuerdo que nos desviábamos..." se miró y lentamente observó los numerosos golpes y moretones que cubrían la piel expuesta de sus brazos. Aparte de esos pocos rasguños, se sentía perfectamente bien... excepto... levantó la cabeza para mirar a su familia. "Nos estrellamos?"

"Nosotros tampoco recordamos mucho." Ofreció el abuelo.

"Perdí el control del auto y se salió de la carretera..." La Sra. Higurashi le hizo una mueca de disculpa a su hija. "Fue increíble que ninguno de nosotros resultara gravemente herido. Creo que a los tres nos arrojaron del auto antes de que cayera... tú caíste con él, pero solo tuviste heridas mínimas. Los paramédicos quedaron impresionados contigo."

Pero había una quinta persona en ese auto... "Qué hay de Inuyasha? También lo lanzaron? Está bien, verdad?"

El abuelo y la Sra. Higurashi intercambiaron miradas tensas... Kagome odiaba cuando lo hacían. "Bueno..." Su madre comenzó lentamente. "Creemos que fue lanzado como el resto de nosotros... quiero decir... todos estábamos más cerca de una puerta—y tú, que estabas en el medio, estabas atrapada adentro... y si sobreviviste, estamos muy seguros de que él también sobrevivió."

"Qué—qué quieres decir con eso?" Kagome tartamudeó. "Están muy seguros? Dónde está—por qué no están seguros?"

"Bueno, no encontramos ningún cuerpo alrededor del accidente, así que asumimos que se fue bien." Su madre se giró para mirar al abuelo. "Pero habría pensado que se quedaría para avisarnos... no crees?"

Kagome se desplomó sobre su rígida almohada de hospital, su corazón palpitaba demasiado rápido en su pecho. No entendían... no sabían que él era un Cumplidor de Deseos—que si hubiera muerto no habría dejado ningún cuerpo para ser encontrado. Cuando Inuyasha muriera se convertiría en una nube y desaparecería con la brisa... pero...

GENIO EMBOTELLADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora