El Nuevo Tutor

67 5 3
                                    

GENIO EMBOTELLADO

Por Torenza

Traducido por Inuhanya

-.-.-.-.-.-

-.-.-.-.-.-

Capítulo 17

El Nuevo Tutor

De acuerdo con el pequeño despertador en la mesita de noche de Kagome, eran casi las dos de la mañana cuando se despertó. No era tan inusual tener una noche sin descanso... de alguna manera cuando Inuyasha no estaba cerca, ella nunca dormía bien.

Realmente no había mucho que pudiera hacer aparte de tratar de volver a dormir. Solo que ahora estaba completamente despierta y ni remotamente cansada... pero lo intentó de todos modos. Con una especie de suspiro de cansancio, rodó sobre su espalda y cerró los ojos suavemente mientras trataba de pensar en cosas soñolientas... como... gatitos... helado... montañas rusas...

Una mano fría y húmeda se cerró sobre la boca de Kagome y sus ojos se abrieron de golpe.

"Naraku." Susurró ella contra su mano. Aunque salió más como un ahogado, "Mawamphf."

La persona sobre ella la miró... ojos dorados y ambarinos penetraban los de ella. Se dio cuenta de su error de inmediato y un pequeño sentimiento de felicidad revoloteó a través de su estómago. Todo lo que quería hacer era saltar y exprimir a Inuyasha hasta matarlo... pero él parecía tener otras ideas.

"Supongo que tengo algunas explicaciones que dar." Dijo él, un poco miserable. "Y mientras lo hago no quiero ni pío de ti, de acuerdo?"

La pequeña sensación de felicidad de Kagome se desvaneció y su sonrisa desapareció bajo su mano mientras observaba su apariencia.

Se había mirado en el espejo cuando estuvo enferma hace unos días y se había avergonzado por lo que había visto... pero en este momento, Inuyasha se veía diez veces peor. Estaba pálido, empapado de agua (a pesar de que afuera no llovía), y la mano que apretaba su boca delataba un leve temblor de cansancio... o nervios. Había manchas oscuras debajo de sus ojos y por alguna razón su haori había desaparecido otra vez... pero lo que probablemente le preocupaba más era que su camisa blanca estaba manchada de rojo oscuro sobre su corazón.

El impulso de ahorcarlo hasta la muerte se desvaneció a un impulso de abrazarlo con ternura y susurrarle palabras de consuelo al oído. Tuvo que parpadear sorprendida por ese extraño impulso y comenzó a repetir algo familiar en su cabeza.

Es un idiota, es un idiota, es un idiota, es un idiota, es un idiota, es un idiota, es un idiota, es un idiota, es un idiota, es un idiota...

Trató de dirigir sus sentimientos hacia un impulso diferente... de querer golpearlo por hacer que se preocupara tanto. Pero de alguna manera no pudo reunir el coraje... no cuando su mano temblaba como la de un pequeño y débil gatito. Bueno... no tan débil viendo cómo la sujetaba y la callaba con bastante eficacia.

"Bien, ahora mira... muchas cosas han estado sucediendo recientemente—"

"Mrmphf mmph mm mmrmphf?"

"Me temía que preguntarías eso..." hizo una mueca de dolor. "Bueno... por todos lados en realidad. Verás, le hice algo a Naraku y luego desapareció, así que fui a buscarlo para acabar con él... pero luego me perdí..."

Kagome parpadeó sorprendida. "Mrmph?"

"Sí. Perdido." Se sonó y se pasó una mano por el rostro para quitarse el agua que se le pegaba. "Y bueno... estaba en esta montaña y tenía mucha hambre y había perdido la capacidad de... um... cuál es la palabra... reubicarme como lo hago normalmente. Y no podía conseguir nada de comida... así que tuve que sacarla del aire. Fue horrible, Kagome."

GENIO EMBOTELLADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora