Cinco Boletos al Paraíso

61 7 8
                                    

GENIO EMBOTELLADO

Por Torenza

Traducido por Inuhanya

-.-.-.-.-.-

-.-.-.-.-.-

Capítulo 11

Cinco Boletos al Paraíso

El abuelo se humedeció el pulgar distraídamente para pasar la página del periódico que estaba leyendo. Otra inundación en la costa? Maldición... el clima se estaba volviendo un poco desagradable para el verano, no? Bueno, probablemente era una compensación para que algún otro país tuviera un clima extrañamente bueno.

La canción que sonaba en la radio terminó y el anciano escuchó a medias al presentador mientras leía sobre una ballena varada.

"Y ahora es el momento de anunciar el ganador de nuestro sorteo de la suerte 'Cinco Boletos para el Paraíso'. Cinco personas afortunadas volarán directamente a una isla tropical privada en el Archipiélago de Indonesia—nada menos que boletos en primera clase! Y amigos—el pronóstico del clima para ese lugar es bueno!"

"Probablemente ahí es donde se ha ido todo el buen tiempo..." Murmuró el abuelo para sí.

"El ganador ahora recibirá su llamada de notificación." Continuó el presentador, y por la radio se escuchó un tono de marcación.

En la cocina, sonó el teléfono y el abuelo casi se echa a reír. No sería grandioso si esa fuera la estación de radio llamando? Sacudió la idea con otra carcajada cuando escuchó el sonido de pasos sobre su cabeza—obviamente, alguien arriba se apresuraba a contestar el teléfono.

Dejó de sonar antes de que los pies dejaran de correr.

"Hola?" Dijo una mujer en la radio. Caramba. Se escuchaba igual a su hija. Qué coincidencia!

"Felicitaciones! Habla Izu FM y acaba de ganar cinco boletos para el paraíso!"

"A dónde?"

Otra voz femenina se le unió a la mujer en la radio. "Dame el teléfono, mamá—Hola?!"

Vaya—incluso esa se parecía mucho a Kagome.

"Has ganado el sorteo del mes—cómo te sientes?" Preguntó el anfitrión.

No obtuvo respuesta ya que la chica del teléfono parecía haber dejado caer el aparato y se alejaba corriendo, sus gritos de alegría se alejaban en la radio. Poco después, Kagome pasó disparada por la sala con gritos de alegría similares. "Ganamos! De verdad lo logramos! Nos vamos al Paraíso! Woohoo!"

"Hmmm." Fue todo lo que dijo el abuelo mientras bajaba el periódico pensativo.

-.-.-.-.-.-.-.-

"Lo hicimos!" Gritó Kagome mientras se lanzaba a la habitación y agarraba a Inuyasha por los hombros, sacudiéndolo con éxtasis. "Vamos a pasar una semana en una remota isla tropical con restaurantes y playas y una villa entera para nosotros solos!"

"Creo que mi cerebro se soltará si me sacudes más!" Retrocedió bruscamente y se dejó caer en el borde de la cama, automáticamente cruzándose de brazos con un frunce. "Bueno, pareces feliz."

"Y no pareces lo suficientemente feliz!" Ella trató de sonreír alentadoramente. "Cinco boletos para el paraíso, bebé!"

"Qu—espera! Cinco?!" Él la miró boquiabierto. "Tú escribiste cuatro!"

"Yo... eh... podría haberlo cambiado cuando no estabas mirando." Le dijo ella con seriedad.

"Por qué?! A quién planeas llevar contigo?" Demandó él.

GENIO EMBOTELLADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora