03 - the bad parents

517 59 0
                                    

chapter three - the bad parents

chapter three - the bad parents

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

2008, Córdoba Capital

POR MÁS RARO QUE PAREZCA, los momentos favoritos de Rocio eran cuando estaba en la escuela, en la canchita del barrio, cuando estaba en casa de Cristián o por lo general cuando estaba lejos de su casa y sus padres.

Sus padres, las personas que se suponían debían amarla y cuidarla, no eran más que dos extraños para ella.
Solían culparla a ella de cada cosa mal que salía en sus vidas, que porque ella nació tuvieron que estar juntos, que por culpa de ella debían trabajar en trabajos nefastos y soportar a jefes odiosos, no importaba que, ellos siempre buscarían culparla de todo; apenas y si los veía la verdad, pero esos cortos momentos en presencia de ellos eran los peores para la pequeña rubia.

Y otro factor que hacía que Rocio detestara a sus padres, era el hecho de que ellos no la querían cerca de Cristian, siempre lo menospreciaban y criticaban, decían que él no tenía futuro alguno y que solo sería un vago, y por si no fuera suficiente, también criticaban a la familia de él, que si los padres, que si el hermano, que si la hermana aquello, que si los abuelos, todo en la vida de Cristian le servía a los señores Linares para criticarlo.

Rocio, al contrario de sus padres, consideraba a los Romero personas en verdad amables y divertidas, ella los amaba, y ellos a ella.

Amaban la forma en la que Cristian sonreía cuando estaban juntos, amaban la forma en la que él se comportaba de forma cuidadosa cada que jugaba con la rubia, amaban la persona que era él junto a ella, porque Cristian junto a Rocio era una persona mucho más alegre y abierta que sin ella. Y amaban ver a Rocio tan feliz por verlo a él, cómo la niña iba corriendo siempre a abrazarlo después de un partido, sin importarle lo transpirado que él estuviera, amaban ver cómo ella era feliz al conversar con él, cómo un poco de la atención de Cristian hacía que ella tuviera una sonrisa sumamente adorable en su rostro.

Es por ello que Rocio pasaba los días en la casa de los Romero, si no podía estar junto a su abuela al menos tendría una linda compañía, pero al volver a su casa las cosas cambiaban.

Esa tarde Cristian había ofrecido ayudarla con sus deberes y merendar en su casa para después jugar un rato juntos, el tiempo se les había pasado tan rápido que sin darse cuenta, Rosa, la madre de Cristian, ya estaba empezando hacer la cena con ayuda de Aldana, la hermana mayor de Cristian; por lo que ambos chicos fueron a lavarse las manos y comenzaron a ayudar con la cena.

Fue Victor, el padre de su amigo, quien la invitó a cenar con ellos, y sin ninguna queja la niña de 8 años acepto, por lo que Franco, el hermano mayor, fue a buscar otro plato y cubiertos para colocarlos al lado del lugar del menor de los hermanos Romero.

La cena fue igual que todas las otras con aquella familia, Aldana hablaba de sus próximos exámenes, Franco hablaba de algún partido que había visto, Cristian de sus entrenamientos y Rocio de sus clases de pintura a dónde la había inscripto su abuela, mientras Victor y Rosa escuchaban atentamente a los chicos y se reían un poco al escuchar algunos comentarios de Franco y Aldana para Cristian y Rocio, comentarios que Rocio no escuchaba por estar entretenida con su comida y la mano de Cristian con la que jugaba.

Más cuando la cena termino y ya era hora de volver a casa, Victor y Cristian la acompañaron mientras que los demás se quedaban a juntar la mesa y lavar las cosas usadas.

Al despedirse de su amigo y el padre de él, Linares entro a su casa, dónde fue recibida por la mirada fría de su padre, que con voz gélida le pregunto dónde había estado. No porque le interesará saber de su hija, sino que simplemente era para saber si estaba perdiendo el tiempo con los Romero o no.

Y al solo recibir silencio de la niña dedujo su respuesta, así que sin más la sujeto del delgado brazo y la llevo escaleras arriba para encerrarla en su cuarto como castigo.

━━ ¿Estuvo otra vez con ese chico?

La melodiosa voz de Renata, la madre de la rubia, se oyó a las espaldas de Germán, aunque eso no debe de engañar a nadie, la voz de la mujer puede ser muy dulce, y ella puede ser en verdad hermosa, más la realidad es que la mujer con los años se ha convertido en una persona tan fría y podrida por dentro.

━━ Siempre está con ese chico.

𝗕𝗘𝗧𝗧𝗘𝗥 𝗠𝗔𝗡 | cuti romeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora