Teen Wolf One Shot

1. Lydia Martin

♥︎A somewhat strange dinner♡︎

Mera Hale

Estaba nerviosa. Hoy les presentaría a mi pareja a mi padre y tíos, pero ella no es como ellos creen que es.

Cora entró en mi cuarto y dejó pasar a Lydia.

—Mera, ¿cuándo llegará tu novio? —preguntó mi tía.

—Tranquila, tía, ya llegó —ella me miró confundida y miró a mi compañera abrió los ojos de par en par y se fue.

—¿Cómo has estado? —besó mis labios y me sonrió.

—Muy bien, ¿y tú? —asintió, dándome a entender que bien.

—¡Mera! ¡La cena ya está lista! —anunció mi padre.

—Vamos —agarré su mano y la guie hasta el salón, donde había una gran mesa en la que se encontraban mi tía, mi tío y mi padre.

—¿Dónde está tu novio? —preguntó mi tío, intentando ver quien se escondía detrás de mí.

—Está aquí, pero "novio" no es la palabra correcta para describirla, sería mejor llamarla "novia" —me aparté, dejando que vean a la chica de pelo rosa chicle y ojos verdes—. ¡Tachan! —sonreí nerviosa.

—Es una chica —se sorprendió Peter, mi tío.

—Sí, bueno... —les sonreí y nos sentamos.

En cuanto nos sentamos mi padre salió disparado a la cocina.

—Así que tú eres la persona que anda siempre en la cabeza de Mera —sonrió mi tía Cora.

Peter se levantó y fue tras mi padre.

—Sí... Bueno —se notaba que Lydia no sabía que decir.

—Yo lo acepto, tranquila —Cora le sonrió, restándole importancia que ella fuese chico o chica—. Soy Cora Hale, la tía de Mera —se presentó.

—Lydia Martin —sonrió más relajada.

—Ahora vuelvo —Cora se levantó y siguió los pasos de Peter y Derek, mi padre, llegando a la cocina.

—¿Qué pasará ahora? —pregunté, agarrando mi cabeza con mis manos.

—No sé, pero me da igual, en cualquier caso, seguiré contigo —cogió mis manos y las entrelazó con las suyas.

—¡Derek Hale, ve ahora mismo a conocer a la novia de tu hija! —miramos a la cocina, de donde era procedente aquel grito.

Los tres adultos volvieron y se sentaron en su sitio.

—A ver, Lydia, ya nos conocemos, no necesitamos presentación —mi padre se aclaró la garganta y la miró serio—. Bueno... —no sabía que decir, pasó las manos por su cara, buscando las palabras correctas—. Es que lo que tenía preparado se ha ido a la mierda. Lo tenía preparado para un chico —se desesperó.

—Pues adáptalo —le susurró Peter.

—Bueno —suspiró , buscando el qué decir—. Solo quiero que os cuidéis. Utilizar protección para no tener enfermedades y... Bueno, vosotras no podéis tener hijos ¿verdad? —preguntó.

—Derek, tranquilo, quiero a Mera. Utilizaremos la protección que veamos necesaria. La cuidaré con mi vida, no la pasará nada. Estará en casa antes de las doce todos los días. La cuidaré, lo prometo —mi pareja le tranquilizó.

—Bien —Cora se levantó y nos miró—. Hagamos como el intento desastroso de discurso de Derek nunca sucedió y conozcamos a la pareja de nuestra sobrina e hija —se sentó antes de coger un vaso de refresco y beber de este mismo.

Lydia apretó mi mano, dándome a entender de que todo salió bien.

La cena transcurrió tranquila.

Llegó la hora de que Lydia se marchara y, cuando eso pasó, nos fuimos cada uno a su cama.

—Cariño, ¿está despierta? —preguntó mi padre entrando a mi habitación.

—Sí, ¿pasa algo, papá? —le pregunté.

Me senté y quité la manta para que se sentara y, al sentir que se acomodó, le tapé.

—Solo quería que supieses que me da igual que salgas con un chico o con una chica, solo quiero que seas feliz —lo miré y no pude evitar sonreír—. He venido para dejarlo claro, me sorprendió que en vez de de ver a un chico viese a unas chica y más Lydia. Resucitó a Peter —reí al oir ese comentario.

—Primero: ella no quiso hacerlo, segundo: Peter no es tan malo —papá me dió una mirada demasiado graciosa—. Vale, tienes razón... Pero... Entonces ¿no te importa? —Pregunté nerviosa.

—Claro que no. Eres mi hija y te acepto tal y como eres. Me da igual si tu novio es una chica, la que se acostará con ella vas a ser tú —lo abracé, nos echamos y así nos quedamos dormidos.