Teen Wolf One Shot

6. Lydia Martin

♥︎My brave little girl♡︎

Lidya Martín

Entré tranquila al instituto junto a Allison, hablábamos del último examen de física, me salió muy mal, pero a ella se le veía muy tranquila.

—Oye, ¿sabías que empezaron a hacer bullyng? —soltó de pronto.
   
—¿Cómo lo sabes? —la pregunté.
   
—Me lo dijo Scott, se lo hicieron a Isaac y a Ethan —elevé las cejas al escuchar eso.

Sabía que terminaría mal al saber que se lo hacían a Isaac, era el beta de Derek, nada podría ir peor.

—¿Por qué a ellos? —pregunté.
   
—El porqué de Isaac no se sabe, se cree que es porque parece indefenso.
—levanté mi dedo.
   
—Parece.
   
—Exacto, ese chico es de todo menos indefenso —reí ante el comentario de Allison.
   
—¿Y a Ethan? —seguí preguntando.
   
—Simple, aunque no le encuentre sentido —la miré extrañada buscando respuestas—. Por ser gay, o, como ellos lo llaman; maricón —hice una mueca de asco al escuchar aquello.

Una persona pasó por mi mente al oír eso: Lucy, la pequeña de los McCall, yo estaba con ella y teníamos una relación semipublica; si alguien preguntaba le decíamos que sí, pero no hibamos diciendo por ahí.

—¿Pasa algo? —me preguntó mi amiga.
 
—Lucy —fue lo único que salió de mi boca.
   
—¿Qué pasa con ella? ¿Quedasteis y se te olvidó o qué? —se rió de su propio chiste.
   
—No, no es nada de eso, pero, ella es medio pacifista, no le gusta pelearse, ¿y si la pegan por estar conmigo? —llevé mis manos a mi cabello, estirando de este.
   
—No creo. Todos quieren a Lucy, ¿quién haría eso? —me tranquilice al escuchar eso.

Era verdad, todos amaban a Lucy, nadie la haría nada.
   
Seguimos andando hasta llegar a una de nuestras clases, pero no entramos al ver como un grupo de personas estaban al rededor de alguien mientras gritaban.
   
Intentamos meternos entre la multitud, pero era imposible. Empujé a un par de personas, ganándome alguna que otra mirada de asco. Al llegar al centro vi como Mike insultaba y arrojaba cosas a alguien que se encontraba en el suelo, recogiendo a saber que.
   
Me di cuenta de quién era la persona que se encontraba en el suelo y allí la vi, Lucy, mi preciosa Lucy, con el labio rasgado mientras le sangraba y recogía sus libros que había por el suelo.
   
Empujé a Mike y me agaché hasta estar a la altura de mi novia.

Lucy McCall

Entré corriendo al instituto porque llegaba tarde a matemáticas, pero choqué contra alguien, haciendo que se me calleran los libros que traía en las manos.

—Lo siento mucho —me disculpé.

Me agaché a por los libros que estaban desperdigados por el suelo, pero paré al sentir algo estamparse contra mí cabeza, me giré y vi a Mike, sabía lo que se vendría, ya me amenazó porque Lidya le rechazó ya que estaba conmigo y, con lo que acababa de pasar, sabía que terminaría mal.

—¿Qué pasa? A parente de bollera eres ciega o qué —levantó una ceja y sonrió mientras sus amiguitos reían.

De un momento a otro estábamos rodeados de personas y una única cosa pasaba por mí mente; que Lidya no nos viera. Me atemorizaba saber lo que pasaría si ella viese esa situación, pero ya fue demasiado tarde, la tenía a mí lado mientras me ayudaba con los últimos libros.

—¡¿No tenéis cosas más interesantes o qué!? —gritó, haciendo que todos se alejara, pero nadie se fue.
   
—Mirad como proteje a su noviecita —se burló Mike.
   
—Mira como necesita la aprobación de todos —se volteó y, antes de agacharse para ayudarme le volvió a mirar—. Ella por lo menos tiene a alguien que la quiera —le sonrió “amistosamente” y me ayudó a levantar.
   
—Gracias —susurré.
   
—No hay de que —miró a todos y luego me miró—. Sí, es mi novia, ¿¡y qué!? La quiero y no la dejaré por idiotas como vosotros —puso su mano en mi mejilla y estampó sus labios contra los míos.
   
—Que asco —Mike hizo mueca de desagrado y me separé de Lidya.
   
—Cariño, me sujetas la mochila —pregunté, aún que sonó más a una orden.

Caminé hacia Mike y estampé mi puño contra su nariz, haciendo que sangrase. Sentí unos brazos al rededor de mí cintura y al momento supe que era ella.

—Lo siento, la próxima vez me fijaré más, aún que, no sé si podré, porque sí, a parte de bollera soy ciega —le sonreí y planté un corto beso en los labios de mi preciosa novia.
   
—Me tenéis que contar todo —nos mandó Allison, que venía con Scott y Stiles detrás de ella.