Teen Wolf One Shot

15. Derek Hale*

♥︎The reward♡︎

Sky Lahey

Mientras retomaba el aliento, movía mi cabeza para poder ver mejor tras la lluvia y corría hacia mi hermano para que me pasara la bola.

Estábamos en el cuarto partido, quedaban tan solo dos minutos.

Tenía que correr todo el campo para llegar a la portería contraria.

Scott y Isaac estaban agotados y Liam lesionado.

Solo quedaba yo con un poco de fuerza.

El aire me faltaba.

“Tengo que marcar, si no les defraudaré.”

Corrí y esquivé a alguna que otra persona.

—10..., 9..., 8..., —gritaban la gente en las gradas.

Estaba a tan solo cinco metros de la portería.

“No llegaré.”

Respiré hondo y arrojé la bola directa a la portería.

El portero se tiró, intentando parar la bola, pero no llegó.

No podía más.

Caí sobre mis rodillas y quité mi casco.

Comencé a llorar.

Marqué el último gol, el último gol de la temporada, ganando así nuestra victoria.

Un chico rubio, de pelo rizado y ojos azules se me echó encima. Mi hermano. Mi querido hermano.

—¡Lo conseguiste! —gritó para que lo oyera sobre los gritos de felicidad de los espectadores —. Sky ¡lo conseguiste! —me abrazó mientras aún estábamos en el suelo.

—Dios, Sky, eres una máquina —Scott me alzó y besó mi cabeza.

—Marqué... ¡He marcado! —Scott me dejó en el suelo y caminamos hasta el banquillo.

Me senté junto a Liam y le abracé.

—Lo conseguiste —dijo en mi oido.

—¡Sky! —no pude estar más con Dunbar ya que unos brazos me alzaron y comenzó a dar vueltas.

—Stiles, me estoy mareando —intenté soltarme.

—Stiles, deja a la campeona —el entrenador se nos acercó y removió mi pelo—. Ve a ducharte, iremos a celebrar la victoria.

—Oh, no no no, ir vosotros si queréis, yo no tengo ganas ni de vivir —se rieron ante mi comentario. Cuando estaban alejados, hablé —. ¡No olvidéis beber por mi!

Scott levantó su mano con el pulgar arriba mientras agitaba su cabeza mojada.

●○●

Sentía cada gota de agua caer sobre mí, pero este agua está más cálida que la de fuera.

—Hola preciosa —una voz detrás de mi me estremeció—. Me e enterado de que has marcado el gol ganador.

—Derek... —susurré.

Estaba desnudo. Estaba desnuda.

No era la primera vez que le veía así, pero aún así me ponía nerviosa.

Se metió bajo el agua, haciendo que su pelo se abalastara.

Puso sus manos en mis caderas mientras me apega a a él, haciendo que sintiese su ya notoria erección en mi abdomen.

—Derek, estamos en los vestuarios —susurré.

—Lo sé y estamos solos —miré sus ojos, ya no eran esos verdes ojos que me hipnotizaban ahora eran negros por la excitación—. ¿Sabes qué se hace cuando un niño hace algo bien?

Dudé.

—¿Alagarle?

—Recompensarle y tu te has ganado una gran recompensa —agarró mis muslos y me alzó.

Sentí como mi espalda chocaba con los fríos azulejos.

Empezó a dar pequeñas embestidas sin aún haber entrado.

—Derek... —era lo único que pasaba por mi mente, su nombre.

—Si sigues así te haré gritar de tal forma que nos oirá hasta tu padre —jadeé, su voz estaba grabe y sexy.

—Derek... —dije a propósito.

—Tu lo quisiste —quitó una de sus manos de mi muslo y cogió su miembro, alineandolo con mi entrada.

Entró poco a poco, pero rápidamente me di cuanta como no aguantaba más ya que las embestidas eran más rápidas y fuertes.

—Dios... —gemí.

Eché mi cabeza hacia atrás, dejándole total espacio a mi cuello, el cual devoró al instante.

Fue dejando besos húmedos por toda esa parte. Fue bajando sus besos, parándose en el valle de mis senos. Cogió uno de ellos y se lo metió a la boca, mordisqueando y chupando mi pezón mientras que el otro era atendindo por su mano.

Tuve que agarrarme de sus hombros cuando sentía que mi orgasmo se acercaba.

No aguanté más, sentí como clavaba sus colmillos en mi cuello, volviendo a abrir la herida que hizo meses antes, la primera vez que estuvo en celo y yo era su pareja.