Teen Wolf One Shot

27. Liam Dunbar

Esto no se podría considerar un one shot donde acabas con Liam ni nada parecido, es algo más tierno, una amistad entre nuestro pequeño cachorro y una pequeña niña.
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Omnisciente

—¡Scott! ¡Scott, por favor abre!—gritaba el beta con desesperación mientras aporreaba la puerta de su alpha—. Scott abre por favor.

—Liam, Liam ¿qué haces aquí? ¿Qué ha pasado? —salió Melissa, la madre de Scott, asustada por los gritos.

—Necesito a Scott, Melissa, por favor llámale —rogó.

—¿Por qué? —el rubio no contestó—. Liam qué ha pasado —insistió la madre.

—Yo... Solo iba por el bosque, oí un llanto y cuando encontré a quién lloraba solo vi esta niña en una trampa para osos y me asusté, no sabía a donde ir —le explicó asustado—. Solo pensé en Scott.

—Debes llevarla al hospital, ese problema es algo normal, en lo que cabe, Scott no puede hacer nada al respecto.

—Es que..., la trampa tenía aconito —explicó rápidamente.

[…]

—Sube, rápido —el alpha subió al coche de su madre y abrió la puerta del copiloto para que el beta entrase—. ¿A qué esperas? ¡Vamos! —le ordenó.

Llevaba conduciendo tan solo unas calles cuando vio como la nena cerraba lentamente los ojos.

—No dejes que se duerma, Liam —le ordenó su alpha.

—Venga, pequeña, dime ¿cómo te llamas? —preguntó el rubio, haciendo que no cerrase los ojos.

—Max —susurró.

—Vale, Max ¿cuántos años tienes?

—Seis —tosió y se aferró a Liam—. Me duele —gruñó.

—Lo sé, lo sé, pero dentro de poco dejará de hacerlo.

—Ya queda muy poco, tranquila —Scott acarició suavemente la pierna de la pelirroja, intentando calmarla.

—Scott, no llegará.

—Sí lo hará.

—Se desmayará por el dolor —y una bombilla se encendió en la mente de Liam.

—¿Qué vas ha hacer? —inquirió el mayor al ver cómo se concentraba con una de sus manos en el hombro de la niña y el otro en la pierna.

—Quitarle el dolor —y poco a poco sus venas se tiñeron de negro y la pequeña dejó de estar tan tensa.

[…]

—¡Diton! —gritó el alpha, siendo seguido por su beta con la niña en brazos.

—¿Qué ha pasado? —se sorprendió el veterinario.

—Yo... Me la encontré en el bosque, tenía una trampa para osos en su tobillo y la trampa tenía acónito —explicó rápidamente el rubio.

—Traerla aquí —le siguieron a la parte de atrás y recortaron a la pequeña en la camilla—. Esto dolerá, pero tranquila —se acercó a la zona afectada con un bisturí.

—¡¡AHH!! —se quejó y se levantó.

—Agarrarla —ordenó el de color.

—Tranquila, Max —Liam acarició su cabello, tranquilizándola.

—Ya está —vendó su tobillo y, cuando ya se sentó, se acercó a ella—. ¿De donde eres?

—De California, pero estaba con mi manada a unos kilómetros de aquí cuando unos cazadores nos empezaron a perseguir, mataron a todos —la pequeña no pudo seguir hablando por las lágrimas.

—Tranquila —el beta besó su cabeza y la cogió—. Duerme un rato, ¿vale? —esta asintió y se acurrucó en su pecho.

—¿Qué haremos con ella? —preguntó el alpha verdadero.

—¿Qué sabemos de ella? —inquirió Diton.

—Se llama Max, tiene seis años y poco más —habló Liam.

—Será mejor que duerma por ahora, tiene que descansar, acuestala en la camilla para que esté más cómoda —y así hizo, acatando las órdenes de Diton.

—No, por favor, no me dejes —susurró la pelirroja, aferrándose al beta.

—¿Qué hago? —preguntó, volviendo la a coger—. No puedo llegar a casa con una niña.

—Te quedarás en mi casa, dile a tu madre que te invité un poco tarde por un plan a última hora —dijo Scott—. Mañana pensaremos que hacer con ella.

Y así fue, Liam llamó a su padrastro diciéndole cada palabra de Scott, consiguiendo que le dieran permiso para dormir fuera de casa, Scott le guío hasta la habitación de invitados y allí se acostaron. La pelirroja acurrucandose en el pecho de Liam mientras este le abrazaba.