[BL] "Si fueras una canción, serías mi favorita: esa que escucho siempre, en cada momento, en cada lugar".
***
Tyler ha tenido mala suerte en el amor desde siempre: con una exnovia que lo engañó con su supuesto amigo, un exnovio que lo abandonó al...
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—Buenos días —saludé al ver a alguien en la cocina después de salir de mi habitación, ya vestido y listo para ir a trabajar.
—Buenas a ti también, Ty-Ty —contestó aquella voz de vuelta, demasiado femenina para ser uno de mis compañeros de piso.
Me giré, extrañado, para verla mejor, reconociendo a Emma.
—¿Emms? ¿Qué haces aquí? Oh, bueno, qué pregunta más tonta, si eres la hermana de Ben.
—Ya, sí, por eso estoy aquí —murmuró, desviando la mirada.
Alcé una ceja, analizándola más en profundidad; chupetones en el cuello, una camiseta que obviamente no era de su talla, cabello despeinado y una vibra fresca.
—Has follado. —Arrugué con la nariz—. Con Elián.
—¿Ups? ¿Me has descubierto?
Rodé los ojos.
—Si no podía ser con Zack, ¿por qué no con su mejor amigo? —bromeé.
—Oye, no podía pasarme toda la vida llorando. —Se encogió de hombros—. Al menos Elián me hace feliz.
—Zack también te hacía feliz —murmuré, apoyándome sobre la encimera y removiendo mi taza de chocolate caliente con lentitud.
—Sh, pero Zack es mi mejor amigo.
Le di un sorbo a mi bebida para ver si estaba demasiado caliente.
—Y Elián quien te follas.
Bebí un poco más.
—Pero Elián es mi novio. —Hizo un puchero.
Escupí toda mi bebida en el fregadero.
—¿Cómo?
—Come —rió.
—Emma.
—Quizá comenzamos a salir. —Se rascó la nuca, nerviosa.
—¿Y eso? —cuestioné, por curiosidad.
—Ya sabes, a los dos nos va mal en el amor, le pedí que fingiera ser mi novio durante un tiempo y al final, las cosas surgieron —tosió falsamente.
—Joder, ya quisiera yo encontrar el amor así de fácil.
—Oh, vamos, Ty-Ty, he escuchado de un tal Z por tu vida.
—Es Tyler —corregí—. Qué manía con ponerme apodos estúpidos y feos.
—No sé quién te lo haya puesto, pero a mí me gusta. —Hizo un puchero.
—¿Ves? Él no lo quiere admitir aunque todos le digamos que es bonito —bufó Elián, apareciendo del pasillo y abrazando a Emma por la espalda.
Hice una mueca y seguí bebiendo mi chocolate con tranquilidad.
