Capitulo 2: Estómago contento

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Esa noche, un sueño, algo peculiar se hizo presente, pues yo me encontraba sentando a la orilla de un muelle, remojando mis pies en el agua tibia, mirando a la luna, parecía estar bastante cerca de la tierra, pues se apreciaba más cerca y más hermosa que de costumbre, más que cuando en mis noches de desvelo o en las que no consigo conciliar el sueño, yo le admiro, hablando a solas con ella y sintiéndome acompañado, incluso podría decir que era más reluciente.

Entonces está luna dejo de brillar, como si un hermoso eclipse se hiciera presente frente a mis ojos, un escalofrío recorrió mi cuerpo haciéndome estremecer, hasta que una cálida y suave mano se postro sobre la mía, al ver a aquella persona que me acompañaba, no la pude distinguir, no podía ver con claridad su rostro, algo que me alarmó, dando un salto del susto. Logré mirar que me sonreía, algo que me calmó un poco, después levanto su mano y la dirigió a mi mejilla, dios se sentía aún más cálida.
Fue ahí donde pude escuchar su voz, era angelical, era serena

—Cuidado o caerás al agua...—Despues de eso, soltó una risilla tierna, algo que me hizo sonreír, era ella...era la luna, sin duda estaba ahí para mí, para acompañarme.

Lamentablemente el sonido de mi alarma me hizo despertar, me lamente por haber despertado, aquel sueño había sido de los mejores después de bastante tiempo.

¿Cual fue mi sorpresa al abrir los ojos?...un fastidioso mexicano dormido ahí, frente a mi, dios, después de un sueño tan lindo, el viene y se atreve a dormir en mi cama, ¡Que descaro de su parte!. No me quedé de brazos cruzados y lo desperté, moviendolo en repetidas ocasiones.

—Hey hey ¡MÉXICO!...¿Que demonios haces en mi cama?...—El despertó y me miró con confusión, mirando después a su alrededor

-¿En tu cama?...¡Ay Diosito santo!...en verdad lo siento, no se cómo llegué aquí, yo estaba durmie —No le dejé terminar, le mire molesto, no era decoroso que hiciera eso

—¡DEJATE DE ESCUSAS POR FAVOR MÉXICO!...Sal de mi habitación ahora ¡Ya! —Lo ví irse algo asustado y avergonzado, realmente no me explicaba el quien le había dado la confianza de meterse en mi cama.

Deje pasar un rato, necesitaba calmarme, me levanté algo mareado debido a la resaca, de tanto alcohol que bebi la noche anterior,  mi cabeza daba vueltas y sentí como caía al suelo, no me podía sostener de pie.

Vi como el mexicano entraba a mi habitación asustado, se acercaba a mi y me ayudaba a levantar y me sentaba en la cama

—Ay dios Evan, debes estar crudo...¿Sabes?...yo tengo un remedio para eso — Me miraba con una sonrisa preocupada.

No se por que, pero al verlo sonreír, el que se preocupara así por mi, la forma en la que me ayudaba a recostar en la cama, y me arropaba con delicadeza, hizo que se me erizará la piel, un cosquilleo atormentaba mi estómago y un dulce aroma se impregnó en mi nariz, se sentía raro, pero ¿Por qué sentí eso?...

Se fue de la habitación casi corriendo y poco después de unos minutos, un aroma tan delicioso se expandió por toda la casa, era obvio que estaba cocinando ¿Pero que?...¿Que era lo que olía tan delicioso?...me moría de ganas por saber que estaba preparando.

Poco después de unos minutos, para ser exactos una hora, llegó con una bandeja llena de platos y dentro de ellos comida, me acerco todo y las puso en la mesita que estaba a un lado de mi cama, luego se sentó en el borde de esta última y tomo un plato con caldo rojo, olía delicioso pero desconfiaba de el, en cuanto esté recogió de ese caldo en una cuchara y me lo acerco, yo de inmediato me negué

—Ay vamos, es menudo, lo prepare solo para ti, te quitará la resaca ya verás, ahora a comer—Anuncio mientras me miraba ¿Por qué era tan amable conmigo?...con eso no se ganaría mi afecto.

Siguió insistiendo hasta que cedi, pues olía delicioso, probé aquel caldo, el cual también contenía una especie de carne, en el momento que mis papilas gustativas hicieron contacto con aquel alimento, una sensación placentera me inundó, esto era completamente delicioso, rápidamente pedí un poco más y el solto una risa nasal, luego mirándome eternecido, me dió otra cucharada, era como un manjar, mi estómago pedía más y más.

—Hey, con cuidado, despacio, está picoso —Recalco con burla, y en efecto, tenía picante, poco después de ingerir tres cucharadas, un ardor comenzó a atormentar mi lengua

-¡Ahh! ¡¡¡haaa!!! dame agua por favor —Pedi suplicante, el asintió y me dió un poco de jugo de mango, pero no era como el que yo probaba en caja, estaba hecho por el mismo, era jugo natural...—Uuff que alivio...¿Me darías más por favor?

—A caray ¿Pero que no te pico?—Me pregunto sorprendido, era de esperarse, un joven que no estaba acostumbrado a comer picante, pide más de algo que pica, era ciertamente extraño

—Por favor, está delicioso — Implore al latino, quien gustoso me dió más de su manjar, juro que mi lengua estaba en plena revolución contra mi paladar y mis papilas gustativas.

Termine toda la comida, este latino era verdaderamente un maestro de la cocina, aunque no lo quería admitir.

Mire la bandeja vacía con satisfacción, y lo mire, el estaba feliz, quizás por qué me había gustado su comida

—El sabor de tu comida estubo ...amm, interesante —Dije sorpresivamente, no quería darle falsas esperanzas —Por cierto ¿Cómo va a ser el proyecto?...no me di el tiempo de leerlo

—A si...bueno, básicamente vamos a hacer un ensayo de nuestro compañero , llendo de viaje a su país y así, tal vez haciendo entrevistas, luego expondremos — Me explico confiado, por suerte le había entendido a el mejor que a Lance, aunque la idea de viajar a su país me causaba náuseas

—¿Es obligatorio viajar? — Cuestione con pereza y molestia

—A no...era una propuesta mía, en verdad quiero que vayas a mi país, es un lugar maravilloso, hay muchos lugares que visitar, festivales muy lindos y comida deliciosa, quiero que vivas tu la experiencia de mi país por ti mismo—Me miro con ternura, era extraño, me estaba convenciendo, además ¿Que ganaba con negarme?...así podría librarme un poco del trabajo y de la monótona vida que me enjaulaba

—Bien vamos...pero solo unas semanas, después iremos a mi país — Dije con algo de seriedad, no tan convencido del todo

Entonces sus ojos brillaron, pero no era un brillo común, era como si miles de estrellas se postrarán en esos ojos color miel, acompañadas de una sonrisa deslumbrante, y así fue como volvieron mis cosquilleos, esto realmente me tenía confundido.

—¡Bien!...yo me encargo de los detalles ¿Vale?...a por cierto, ayer note que tenías pendientes de tu empresa, así que decidí hacer tu trabajo, y no tienes pendientes hasta dentro de una semana, espero no te moleste—Declaro mientras se levantaba y recogía todo lo que había usado para darme el desayuno...algo que me dejo en completo silencio, era gracioso, este chico en verdad me amaba.

Arturo realmente era una cajita sorpresa, pero no me dejaría engañar por sus encantos latinos, pues el está en un nivel muy bajo, y no podría rebajarme, aún así, su presencia me causaba miles de emociones.

Durante el transcurso de la semana, el avanzaba al proyecto, yo le ayudaba en lo que podía, me mencionó los lugares que visitariamos y que festivales estaban próximos, para acudir a algunos de ellos. Yo hice los mismo, le señale a dónde podíamos ir y a qué eventos acudir, era increíble lo mutuo que se volvió.

Solo esperaba, no encariñarme de el, sería un error ...

Aquí el segundo capítulo, realmente estoy disfrutando escribir esto, y espero realmente les esté gustando, los tqm 💖

Si mi luna muere Donde viven las historias. Descúbrelo ahora