Capitulo 7 ¿En verdad me ama?

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Un ruido hizo que aquel pelinegro saliera de sus pensamientos, era la puerta, alguien pedía que le abriese.
La presencia de Usa había causado cierta incertidumbre en el mexicano ¿Cómo por qué estaría ahí?...¿Desde cuándo el joven norteamericano visitaría al latino sin antes avisarle?.
Parecía estar ebrio, se tambaleaba y al olerlo, emanaba un muy fuerte aroma a alcohol, sin duda había bebido de más.

Lo dejo pasar, apoyándolo en su hombro, y llevándolo a su sala, esto debido a que lo vio bastante triste, algo que lo preocupo, quizás Alemania lo había rechazado pero ¿Por qué no acudió a Canadá o a Francia?...pues ellos eran grandes amigos, incluso con el inglés había entablado grandes relaciones amistosas.

Ya en la sala, este lo sentó en el sofá con suma delicadeza, Mex era así, a todo le ponía detalle y cariño.

-México - El pelirubio fue el primero que hablo, su tomo de voz era triste y amargo

-Fue Ale ¿No es así? -Cuestiono ante aquel herido cachorro que imploraba afecto- Voy a traer un poco de..-Se vio interrumpido por la mano del contrario sujetando la suya.

Sorprendido ante esta acción, se detuvo y le miro, aún preocupado. De momento este toque de manos se volvió un jalón, uniendo al estadounidense y al mexicano en un abrazo y vaya que abrazo.

Arturo en un acto de ternura, acaricio su cabeza, mientras que el otro solo escondía su rostro en el pecho del piel morena.

-Yo quiero ser el amor de tu vida México -Enuncio en un tono triste - No te enamores de nadie más te lo imploro

Lágrimas y dolorosos sollozos comenzaron a inundar al pequeño cachorro rubio, ¿Acaso estaba celoso?...¿Pero celoso de que?...

-P-pero ...

-Yo se que estás enamorado de mi Arturo, lo sé y no sabes lo feliz que me hizo esa noticia, yo también siento lo mismo por ti, estoy perdidamente enamorado de ti, de tus ojos, tus hermosos ojos dorados, el aroma dulce de tu cabello y tú hermosa voz - Levanta la mirada hacia el de cabello rizado, conectando con sus ojos.

Ambos se encontraban mirándose a los ojos, haciendo que el silencio reinará, pero para ninguno le fue incómodo el momento, era como si los dos se deleitarán con las más sublimes sinfonías que hablaban sobre el amor.

Sus ojos decían más que mil palabras, uno se iba acercando al otro y viceversa, acortando la distancia entre sus caras, hasta que la respiración del otro la sentían en el rostro...y cuando sus labios estaban a nada de unirse la voz de un canadiense irrumpió en el beso, haciendo despertar al mexicano, había sido un simple sueño

-Mex, anda despierta Mex...-Lo mueve suavemente mientras intenta despertarlo

-Hey Canie -Comenzo a despertar, logrando el cometido del canadiense de despertarle, ocultando su decepción

-Mira, te hice el desayuno -Le acerca un plato lleno de waffles bañados en miel y una taza de café -¿Que andabas soñando picaron?...andabas muy contento

-Oh, solo un sueño en dónde vuelas y así, pero muchas gracias por el desayuno

Y siguió la conversación, llego la hora de la junta, por lo que el latino tomo su teléfono, el cual estaba lleno de notificaciones, tanto del colombiano, la peruana, el argentino, la chilena e incluso de Usa, casi todos los mensajes tenían el mismo contenido

"¿Ese eres tú?...¡Te vez diferente enserio!...¿Pero que te has hecho?"

El único mensaje que rompía con el patrón era el de Usa, pues este decía "¿Podemos vernos hoy?...necesitamos platicar"

Si mi luna muere Donde viven las historias. Descúbrelo ahora