Si mi luna muere

Capitulo 5 Tan cerca y tan lejos

Al enterarme que sería equipo de Usa para el proyecto de ONU, mi corazón salto de emoción, por fin podría acercarme más a él y quizás llegar a ser amigos. Cuando me invitó a su casa el fin de semana para ver detalles del trabajo, no pude evitar contárselo a mi mejor amigo, Sebastián, representante de Colombia.
Llegué a aquella casa llena de colores, flores y arbustos de frutas, el siempre era así, tan hogareño y amante de las plantas y todo lo que tenga que ver con la vegetación, además de que era bastante alegre.

Toque a la puerta siendo cálidamente recibido por un atractivo chico de estatura alta, pechos y cintura bien definidos, cabello castaño y lacio, peinado hacia atrás con leves mechones callendo por su rostro blanco, aunque adoraba más ver sus ojos, eran entre verdes y celestes, una combinación muy bella

—Hola parce, que bueno que me visita hombre ¿Tiene novedades para mí, está que irradia de felicidad — Menciono emocionado, me conocía a la perfección

—Hola Sebas, pues adivinaste, ¿Quien crees que me envió mensaje? — deje que adivinara

—Amm no se hermano — Se quedó pensando por unos minutos así que decidí decirle

—Usa me envió mensaje Sebas, haremos el proyecto juntos ¿Sabes lo que significa?...—De inmediato su sonrisa desapareció al escuchar tal noticia

—Haber pasa y cuéntame todo a detalle

Sabia lo que ocurría, Evan no era de su agrado, siempre insistía en que el no era bueno para mí, que jamás me haría caso debido a las actitudes que tomaba para conmigo.

—Pues llegué a casa, así como de costumbre hice de comer y así, entonces me llega un mensaje, por un momento creí que era tuyo así que tome mi teléfono y abrí la notificación — le mostré el teléfono con el contenido del mensaje

—Ay mi Arti, realmente no creo que sea algo bueno que conviva usted con ese marica, es bastante lindo como para convivir con tremendo...uy...es que me da coraje — Replicó con coraje mientras yo solo lo observaba

—Es que me emociona saber que podré estar más cerca de el ¿Sabes?...se que muy en el fondo tiene un enorme corazón, solo que reprime sus sentimientos

—Pues me da muy mala espina ese gringo, pero si a usted me lo hace feliz ¿Que más yo puedo hacer?,  más que respetar su desicion y mandarme a ese señor si me le hace daño —Me abraza con ternura y desordena mi cabello

Posterior a ello me invitó a comer con la escusa de que hace mucho no comía con el, y era cierto, así que accedí, además, el realmente cocinaba delicioso.
Llegó el fin de semana, yo ese día me bañe dos veces, me puse mi mejor ropa, peine mi cabello rizado haciéndolo más chinito con una crema que Perú me había recomendado, también me perfume, quería causar una buena impresión a Usa, tanta era mi prisa que incluso llegue antes.

Al llegar, el me recibió, juro que mi corazón se detuvo al verlo, aunque trate de guardar la compostura lo cierto era que me moría de los nervios.

Después de reclamarme por haber llegado temprano, me llevo a la sala y ahí fue donde me explico lo que debía hacer, yo acepte, aunque se me hacía un poco injusto debido a que pues me pedía que prácticamente hiciera yo todo, sin embargo, yo estaba dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de si quiera ser notado por el. Realmente no pedía mucho, pese a estar perdidamente enamorado de el, solo quería ser su amigo, estar junto a el era lo único que deseaba y me tendría feliz.

Después de eso me dijo que se iría, entonces me quede solo en su casa, algo que me tenía intrigado era lo fría que se sentía, más estando solo, lo grande no compensaba lo incómodo que era estar ahí, quizás un poco de mis toques hogareños la mantendrían cálida, si tan solo Usa no fuera tan distante conmigo, haría de su casa más calida, pero me límite a solo respirar y avanzar a el proyecto, leí los detalles y salte de emoción al saber que tendríamos que visitar cada uno de los países implicados, habían muchas cosas que hacer en mi país y quizás ahí podría ganarme más el corazón de Estados Unidos.