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"¿Se puede?" Murmuro una mujer morena, mostrando los dedos de las manos por sobre la puerta en este momento abierta, extendiendo la sombra como un niño entrando en el despacho de su padre en medio de la noche ocupado con su trabajo.
El sarashi, de lino blanco cubriendo su dotado cofre a la vista, que siendo sincera, personalmente lo odiaba, pero todo hombre amaba por alguna razón; era insufrible, molesto y estorboso a la hora de pelear y forjar.
Su cabello en cambio, no tenía problemas con ello; tan oscuro como la noche, lo que la volvía atractiva a los ojos pese a su descarada osadía, y tan largo que caía como las manzanas de las copas de los árboles junto con un interesante ojo rojo al descubierto, tan brillante como el rubí recién pulido por los joyeros, destacándose entre las piedras preciosas de un pequeño cofre repleto de esmeraldas, perlas y diamantes.
"¿Tsubaki? Por su puesto, entra" La diosa se sintió desconcertada temporalmente, mostrando que tan concentrada estaba en su propia labor, pero luego asintió de acuerdo. No es como si pueda permitirse cerrar su puerta con la presión de ser una diosa en jefa de una "familia"—sería irresponsable, aunque temporalmente liberador.
Estaba en su oficina absorta en su trabajo manual en una maqueta personal, dirigiendo las pinzas en el lugar apropiado y correcto. Se trataba de una figura de grúa giratoria a escala: incluso transportando pequeñas cajas como cubos de hielo en un tamaño completamente a escala como un hobbie personal, un simple juego suyo sobre construir una ciudad en miniatura de clase romancista propias de la época, cristales de colores formando imágenes y un poco de inspiración con el arte gótico en sus edificios. Pero para cualquier hombre familiarizado con la belleza de Orario, no demoraría ni un segundo en relacionar ambos planos al tratarse exactamente, de la famosa ciudad laberinto.
Simplemente, tenía demasiado tiempo libre incluso al liberarse del trabajo.
La diosa pelirroja; de la forja, artesanía, escultura, los metales y la metalurgia invito a su capitana y miembro ejecutivo de su familia a pasar a su oficina. Mientras ocultaba algunos pliegos de papel, pergaminos con trazos, gráficos muy bien medidos y explícitos de una caldera cilíndrica con una extensión de parrilla donde teóricamente escapa el humo—una locomotora.
También había diseños más modernos funcionando a base de magia, pero no existía, mejor dicho, desconocía de una fuente de poder natural tan grande en el mundo mortal como para alimentar uno de estos meros prototipos.
Tsubaki camino al mismo tiempo que tomaba su lugar en el asiento frente al escritorio, y le lanzo una mirada interrogativa a su hija mayor; prefirió no abordar nuevamente el tema sobre imitarla con el parche en su ojo simplemente porque se había hecho un nombre con eso; Tsubaki Collbrande, el "Ciclope" de Hephaestus, tal como los monstruos de los pisos subterráneos que enfrentaron las familias Zeus y Hera en su momento de gloria, apogeo y orgullo en las profundidades más allá del actual record grabado por las familias Loki y Freya de una expedición completa y sus campeones.
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Escarlata y Amatista.
FanfictionSabía que cosas extrañas pasaban, y que muchas más aparecerían conforme pasara el tiempo... ¿Pero esto? No la verdad no. Despertar en otro mundo donde los elfos, los hombres bestia y los dioses de todas las cosas caminaban en la tierra del hombre co...