NocheParecía que estaba drogada.
Medea titubeo, moviendo sus dedos flojamente por debajo de las mantas. No podía entender lo que estaba pasando o cuánto tiempo ha pasado. Pero de una cosa estaba segura, duele como el Hades. Su cuerpo, cabeza, absolutamente todo de ella.
La misma Medea conocía lo suficiente acerca del dolor físico como para evitarlo constantemente, uso sus talentos de forma creativa y llamativa en los primeros años de su vida para satisfacer las expectativas de su maestra, ese esfuerzo de su parte provoco un par de riesgos en ella—pero jamás se acobardo.
La magia es un estilo de vida riesgoso—Hécate se lo repitió
La magia era lo único que tuvo a su favor al nacer, desde un principio fue dudoso que ella heredara Colquida. Pero ahora estaba tan lejos de su hogar que justo en este momento comenzó a reflexionar sobre lo que ha dado la espalda.
Su cultura, su gente, su hogar, su estatus, su maestra, y padre. —Sentimientos de culpa florecieron en el interior de su corazón como mariposas saliendo de las crisálidas de su fase.
Ahora sus ojos vagaron, parpadeando cada poco par de segundos molesta. Confundida. Noto por la manera en que la chimenea calentaba el hogar subterráneo de la familia Hestia, un anaranjado brillante tan cálido como el sol, una sensa
ión agradable y bien recibida con la poca iluminación para aliviar la picazón en sus ojos, Medea intuyo que durmió por toda una tarde. Durmió abrazada por las mantas, pero no tuvo sueños ni pesadillas. No había un cielo nocturno que salude los pensamientos preocupados de la niña. Necesitaba ver las estrellas, los astros que tanto tiempo ha ignorado a conveniencia para ubicar su paradero.
En caso de estar más al oeste de donde debería.
En un costado del colchón desgastado, se encontraba Hestia dormida. Apoyada sobre un asiento sin respaldo para la espalda con un manta cubriéndola. Medea solo mira, la observa sin levantarse de la cama aun silencio, pero chasqueo la lengua cuando se agito. Su espalda arde, trato de tocar su espalda, pero sintió las vendas debajo de sus pijamas.
Medea respiro hondo y continuo adelante, inspecciono su cuerpo y noto las vendas cubriendo incluso sus brazos... titubeo, pero se armó de valor para retirar sus vendas con cuidado.
"...." Ahogo su chillido con un refunfuño. Las vendas se pegaron a su cuerpo, lo que reabrió sus cicatrices prematuras. Algo la molesto... y su cerebro dio un chispazo.
Cicatrices—ella tiene cicatrices. Pensó catatónica y casi asustada—le molestaba considerar este nuevo hecho como un alivio. Así como ser hermoso es fundamentalmente bueno para los griegos, una mujer atractiva es un problema. De hecho, ese es el motivo por el cual su padre prohibió que saliera más allá de los límites del castillo.
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Escarlata y Amatista.
FanfictionSabía que cosas extrañas pasaban, y que muchas más aparecerían conforme pasara el tiempo... ¿Pero esto? No la verdad no. Despertar en otro mundo donde los elfos, los hombres bestia y los dioses de todas las cosas caminaban en la tierra del hombre co...