Sabía que cosas extrañas pasaban, y que muchas más aparecerían conforme pasara el tiempo... ¿Pero esto? No la verdad no.
Despertar en otro mundo donde los elfos, los hombres bestia y los dioses de todas las cosas caminaban en la tierra del hombre co...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Loki era una de las diosas mas influyentes de la Ciudad Laberinto, había ganado poder rapidamente tras la trágica caída de la Coalición de Zeus y Hera contra las Magna Bestias, reclutando jóvenes y potenciales promesas desde los salones lejos del Sol, a las puertas rodeadas por arroyos perezosos, pero nunca cruzando mares de plata y templos templados por escarcha, llenando el vacío en la copa del poder del Continente, asegurando alianzas, y mas importante, asegurándose de mantener los pies en la tierra.
A pesar de ello, en términos de historia, tradición y reputación; todavía no estaba a la altura de Zeus y Hera.
Había una alta colina de diferencia entre las proezas de una familia y otra como en las dimensiones de una garrapata y una ballena. Pero eso no desanimaba a Loki, ni mucho menos lo afligía. Sentir celos de los niños del Águila Trueno y el Pavo Real es despreciar la grandiosa osadía en su lucha perpetua contra las Fuerzas dañinas de la naturaleza. Por lo tanto, no debería de comparar un grupo del otro. Ella tenia su propio modus operandi, uno donde la riqueza en oro y joyas se puso a disposición de sus manos y fue lo mas importante sobre todo. No la gloria, y no hacia falta decirlo, pero las riquezas aseguraban un hogar cálido, tanta comida para llenar su vientre, y la mejor selección de bebidas que solo un gran mercader o un rey obsesivo podria superar. La gloria no.
¿Cuántas personas hoy en día recuerdan si quiera un solo nombre entre los miembros de las Familias Zeus y Hera? Al menos Loki, una inmortal, apenas podía contarlos con los dedos de una mano. Y hasta donde recuerda, nadie susurra con pesadez, oh, si tan solo […] estuviese aquí.
Y en una completa ironía, la gloria, es lo que buscaban sus niños. No las riquezas. La gloria de los Pallumˋs, la gloria de un minero, y la gloria de una princesa elfa.
Gloria, es lo que buscan. Y gloria es lo que desean encontrar.
Aun era poco mas de medio noche cuando Loki se sentó en silencio en su silla. Mordiéndose las uñas y el labio inferior. Había estado tan concentrada en sus intereses personales y familiares, ganando dinero, tomando vírgenes y bebiendo en grandes cantidades que comenzó a lamentarse. Suspirando. Tenia que admitir. Que como todas las cosas buenas, su paz comenzó su lento descenso cuando sus Capitanes decidieron meter su nariz de mas en los Secretos del laberinto.
En los secretos de los dioses.
—¿Estas diciendo que el Gremio esta detrás de todo?” Loki había abierto muy grande sus ojos cuando lo había escuchado directamente de Finn mismo. Si bien, era poco o nada probable; no comprendía los motivos. Y en su propia opinión, parecía algo que haría ella, algún dios caótico de las travesuras o la propia Frejya por mero capricho. Pero solo hundió los hombros. Pero si sus niños querían descubrir algo tan simple, entonces los ayudaría.
Pero lo segundo que escucho la puso en alerta. Habiendo conocido y tratado directamente con dioses, el juicio de Loki naturalmente debía ser excepcional. Por que solo había una cosa, una sola cosa que ensucia, mancha y corrompe como ninguna otra cosa mas.
