Aviso: toda la informacion o por lo menos la mayor parte de lo que salga sobre este fantasma está todo sacado de mi mente para darle más emoción y juego. Ninguna de estás cosas es o debería ser real sobre él. Como está de moda, pensé en introducirlo. Ya os dejo.
- Cass está loco -me subí al impala- ¿Cómo pretende que estemos tranquilos?
- Respirando -dijo Sam.
- ¿Estás tonto? Te recuerdo que un demonio con un poder similar al de Lucifer y que pretende liarla parda en una guerra aqui arriba está en el cuerpo de tu hermano. ¿Cómo puedes respirar?
- Tengo un caso.
- ¿Un caso? ¿En serio, Sam?
- Sí, será lo mejor para no comernos la cabeza.
Resoplé.
- ¿De qué se trata?
Sam se metió dentro del impala.
- 3 personas muertas en una misma ciudad.
- ¿Misma causa de la muerte?
- No, la primera murió de un infarto, la segunda por caerse desde un sexto piso y la tercera por unas tijeras en el pecho.
- Pues que bien -dije con sarcasmo- ¿Patrón?
- Dos chicos y una chica, entre 18 y 28 años.
- Vale. Vámonos -Sam aceleró- ¿Qué crees que es?
- No sé, todos los monstruos suelen matar siempre de la misma manera.
- Quizas sea un fantasma.
- Aprendes rápido.
- Aprendí de lo mejores -Sam sonrió.
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Llegamos al pueblo.
- Bien, ¿por dónde vamos? -le pregunté.
- Yo iré a hablar con los amigos de las víctimas, tú vete a la comisaría, comprubea si ya ha pasado esto alguna vez.
- ¿Un monstruos emigrador?
- Sí, podría ser eso.
- Vale.
Me separé de Sam y fui a la comisaría. Les enseñé la placa y fui hacia la sala donde guardan todos los casos. Eran muchos. Un hombre pasó por ahí.
- Disculpe -él se paró- ¿No han pasado todo esto a ordenador?
- Sí, el 10 por ciento de los casos están metidos en el ordenador del fondo.
Él se alejó. Solo el 10 por ciento, malditos, voy a tardar toda mi vida en mirar estos casos.
Narrador en 3º persona.
Sam picó a la puerta de la casa. Una chica morena con flequillo, pelo largo y ondulado y de ojos verdes le abrió la puerta.
- Hola -sacó la placa del F.B.I- ¿Usted era amiga de Celia Mcwoski? -ella asintió- ¿Podría hacerle unas preguntas?
- Por supuesto.
Sam pasó y se encontró con otras tres chicas. Una era alta, de piel morena, pero rizado de un castaño rojizo y de ojos castaños. Llevaba un pircing en la nariz y otro en la oreja izquierda. Parecía que se estaba comiendo con la mirada a Sam. Luego, sentada en un sofá medio llorando, estaba otra chica, morena con todo el pelo a un lado. Sus ojos eran un tono de verde y marrón, aunque no se le notaba muy bien por culpa de las lágrimas. Y por último, de pie y de brazos cruzados, estaba una chica de pelo morado y de ojos verdes.
