Capitulo 26

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No sé como lo hago, pero siempre acabó desmayandome. Estaba tumbada en una cama. Que gusto. Me levanté. Era una de nuestros pisos francos. Mientras Dean estaba poseído por Cahol, Sam y yo estuvimos eligiendo pisos para poder escondernos si ocurría algo. Salí.

Dean sujetaba un colgante con un cristal que daba vueltas alrededor de un mapa de Estados Unidos, mientras, Sam estaba cargando las armas.

- Eh... ¿qué se supone qué haces? -apunté a Dean.

- Encontrar a Stephanie -me respondió.

Mierda. Stephanie, ese maldito ángel la había cogido, y yo no la pude salvar.

- ¿Y ese colgante?

- Es un hechizo, con él la encontraré.

Miré lo que había al lado del mapa. Unas bragas.

- Dean -él me miró- ¿Por qué hay unas bragas encima de la mesa?

- Ah. Son de Stephanie.

- No has contestado a mi pregunta.

- Para el hechizo necesitaba algo que perteneciese a ella.

- ¿Y no había nada más que unas bragas?

- Las cogió Sam.

- Pervertido -le grité.

- ¡Fue lo primero que encontré! -se defendió.

- Eso dicen todos. ¿Ha habido suerte?

- Sí. Stephanie está en un pequeño pueblo del norte de Montana.

- Bien. Vamos.

- Creo que deberías quedarte aqui y descansar.

- ¿Qué?¿Por qué? Es mi amiga, yo la metí en esto.

- Lo sé, pero últimamente estás recibiendo muchos golpes, y creo que no es buena idea que vayas, los demonio son una cosa, pero los ángeles es otra muy distinta.

- Dean, puedo perfectamente contra ellos.

- No lo creo.

- Sí.

- Te quedarás aqui.

- No pienso hacer eso.

- Claro que lo harás.

- ¿Por qué debería?

- Por mí, no quiero perderte.

- No utilices eso como un arma, Dean -le avisé.

- No lo estoy utilizando como un arma -me agarró las manos- Te quiero, y no quiero perderte.

- N-n-no deberías decir eso tan a la ligera, podrías hacerle daño a alguien.

- Es cierto, Dean -dijo Sam- Vas muy rápido.

- ¡Cállate! -le ordenó él. Se volvió a girar hacia mí- No lo estoy utilizando a la ligera, Claire. Te quiero, y no quiero ver como te hacen daño.

- ¿Y tú qué? ¿Tengo que ver como te hacen daño a ti a diario mientras que yo no hago nada?

- Yo soy un cazador, es la vida que elegí.

- También es mi vida.

- No, la tuya debería ser la vida de una chica normal.

- Yo también elegí esta vida en su momento.

- Te quedarás y punto.

- Está bien.

Dean me acarició las manos y se alejó de mí con una sonrisa. Cogí el móvil y mandé un mensaje.

Are you my light or my dark (Dean Winchester)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora