2 semanas después.
Yo andaba andando de un lado para otro de la casa.
- Tranquilizate -me dijo Sam.
- ¿¡Tranquilizarme!? ¡Estamos hablando de tu hermano, Sam! ¡De tu puto hermano!
- Lo sé, créeme, estoy intranquilo.
Miré detenidamente a Sam, estaba sentado sin ningúna expresión facial de preocupación.
- Me estás vacilando, ¿no?
- No, pero la pastilla que me he tomado, ayuda bastante.
- Perfecto, era lo que me faltaba, un maldito Sam drogado.
- Ya oíste a Zack, ya se despertará. Y mira el lado positivo: hemos encontrado uns casa que nos sirve como... piso franco.
- ¡Lleva dormido dos semanas! Y de todos modos, no me fio de Zack.
- Dijiste que mató a tus padres, ¿es cierto?
- Sí, está exactamente igual que cuando vino a mi casa.
- Lo siento -la pastilla parecía empezar a dejar de hacerle efecto.
- No te preocupes. ¿Hay algún caso?
- Sí, posiblemente sea un nido de vampiros.
- Interesante -dije- Pues vamonos.
****
- Bien, ¿sabes dónde está el nido? -le pregunté.- No, habrá que buscarlo.
- Encargate tú de esa parte y ya luego yo me me encargo de la decapitación.
- Vaga.
- Gracias.
Caminé hacia el bar más cercano, me pedí una cerveza y comencé a beber como una desenfrenada.
Estaba borracha, y todo empezaba a darme vueltas. Un chico bastante guapo se me acercó.
- Hola, guapa -me dijo.
- Hola.
- ¿Te apetece qué vayamos a un sitio más privado?
- Hombre, no estaría mal.
Dado mi estado, el chico me agarró de la mano y me ayudó a salir de allí. Habíamos cogido un callejón muy oscuro. Empieza a no gustarme.
El chico me puso contra la pared y me dió varios besos.
- Vaya, no te andas con rodeos, ¿eh?
Varias personas se acercaron a nosotros, parecieron sonreir. Vale, qué mal rollo me está dando esto.
- Pensandomelo mejor, casi que no quiero tema -le aparté de mi- Así que quita -el tío sacó unos colmillos- Venga ya -sigo borracha.
Le alejé de mí e intenté correr, pero me tambaleaba y era casi imposible.
Uno de los vampiros me tiró al suelo y se acercó a mi cuello. Intenté resistirme, pero no conseguía nada. El vampiro iba a morderme, pero alguien lo decapitó.
Esa persona siguió decapitando a los vampiros. Que bien se le daba.
Decapitó a todos los vampiros y se acercó a mí, pero uno cayó encima suya y le inmovilizó. El cazador se intentaba resistir, pero era inútil. Un segundo desconocido apareció corriendo, empujó al vampiro de una patada y luego lo decapitó con su machete.
Me levanté.
- Muchas gracias por la ayuda -les dije.
- ¿Estás borracha? -esa voz de chica...
- Eso parece -¡esa voz de hombre!
- ¿¡Zedd, Dean!?
La vista se me aclaró y lo confirmé, eran ellos.
****
- Entonces, ¿me acosté contigo? -Zedd asintió- Vaya, debería acordarme.- ¿De qué narices hablan tanto? -le pregunté a Sam.
- No sé -Sam le pegó un sorbo a su cerveza- ¿Estás celosa?
- ¿Yo celosa? Que te jodan.
- Eres muy agresiva.
- Mucho, ahora calla, quiero enterarme de lo que hablan -le dije. Ambos se fueron agarrados de la mano- ¿¡Qué!? ¿¡A dónde van!?
- Quién sabe.
- ¡Cómo se la tire le mato!
Narrador en 3º persona.
Ambos entraron en la habitación del motel.
- Y, bueno, ¿de qué me querías hablar? -preguntó Dean.
- Bueno, tú me salvaste la vida, y me gustaría agradecertelo -Zedd tiró su chaqueta y luego a Dean en la cama.
Dean tragó saliva. Zedd le quitó los vaqueros.
- Vaya, creo que me va a gustar este agradecimiento.
Sientoo que este capítulo sea tan corto y desde mi punto de vista tan... soso por decirlo así. A partir de ahora intentaré hacerlos mejor. Lo siento otra vez!!!!