CAPITULO XVII

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Todo el día de hoy lo he pasado en casa aburrida, ver Netflix y comer helado como si no hubiera otra cosa en el mundo sinceramente ya era repetitivo, mi cuerpo aclamaba algo más, algo fuerte y lleno de adrenalina.

Jane no paraba de llorarle al mismo ex, jamás va a superarlo y eso que fue ella quien lo dejó solo porque creyó que él la había engañado cuando nada que ver.

Deje el helado a un lado y vi que Jane estaba caminando hacia mi, se que al igual que yo tenia igual o más el aburrimiento, así qué tal vez hoy sea ese día donde mande a la mierda todo y me olvidé de hasta quien soy.

—Bebé.—

—Dime mi amor.— Sonríe.

Anda de buen humor.

—¿Salimos a un bar?— Digo mientras me saco la cuchara de helado de la boca.

—Uhhh, hasta que tienes una grandísima idea.— Ríe y me toma por los hombros.

—Invitemos a Lee también.— Me pongo de pie y estiró mis brazos hacia atrás.

—¡Vayamos de compras!— Chilla.

—Siii.— Chilló junto a ella y damos unos brincos.

—Está noche será de nosotras.—

Le marcamos a Lee contándole la idea, encantada aceptó, minutos después ya estaba aparcada fuera de la casa para irnos las tres de compras, subimos y todo el camino fue como Jane iba a embriagarse tanto que terminara besándose a todo aquel que se le presentara, lo peor es que es más que capaz, la última vez que salimos a un bar y ella se emborrachó, se besó a los dos guardias de seguridad.

Llegamos al mall, las cosas tan bonitas y costosas me tentaban pero no quería algo que estuviera arriba de mi presupuesto, las tres nos adentramos a una tienda gigantesca que tiene ropa siempre extravagante, llamativa y sobre todo para llevarse las miradas de todos.

Nos quedamos viendo un vestido morado corto y en la parte de abajo tenía unas aberturas que llegaba hasta los muslos.

—Ese está hermoso.— Lee lo agarra viéndolo.

—Me quedaría hermoso a mi.— Jane lo gira más para ella.

—Claro que no, a mi me quedaría mejor.—

Y ya empezamos.

—Por favor, acepta que se me vería mejor a mi que a ti.— La barre con la mirada.

—Jane, yo lo vi primero.—

—Pero yo lo quiero.— Lo arrebata.

—¡Maldita, es mío!— Lee levanta la voz y jala el vestido.

—¡Mío!—

—¡Suéltalo!—

Estas dos parecen monos peleando por su comida, ojalá tener una salida a comprar ropa sin que estas dos peleen.

—¡Dios, no son unos animales!— Levantó la voz captando su atención, —El vestido es de Lee, ella lo agarró primero, Jane hay muchos más que te favorecerán, te aseguro que puedes encontrar más que uno pero dejen de discutir por una prenda, parecen niñas chiquitas.— Digo con cierta molestia dándole el vestido a Lee.

—Gracias Helen.— Dice Lee.

—Voy a encontrar uno mucho más bonito que ese y te dará envida.— Se da la vuelta de mala gana.

Tomo aire y me pongo a ver la variedad de vestidos qué hay, todos son tan lindos pero quiero algo diferente a lo que suelo llevar siempre.

Un vestido negro pegado al cuerpo con mangas largas que empiezan abajo del hombro, la tela del pecho es transparente con brillitos, solo tiene dos círculos negros medianos para cubrir parte de los senos, el corto del vestido es el ideal, tiene unos lazos pequeños con una piedra en el centro de cada uno, llamó mi atención.q

Tú eres mi secreto (+21) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora