All of Me [#Forever 1]

9

Max Stone

Los demás días las pasamos en algunas fiestas, en algunas ocasiones íbamos a excursiones y muchas veces salimos juntos a cenar. Claire nos había dejado casi tres días después de que nos reencontráramos, tenía que volver a su trabajo y me hizo prometerle que volveríamos a vernos pronto. Y justo ahora me encontraba con Amber, esperando nuestro avión para irnos a Londres.

—Mira estas fotos—dijo ella enseñándome su teléfono.

La primera, era una foto que nos tomamos en una de las discotecas. Todos íbamos abrazados y teníamos las pieles brillosas. La segunda, era del día siguiente donde todos nos habíamos dormido en la sala por lo cansados que estábamos. Casualmente deslicé mi dedo por su pantalla y mostró una foto de ella besándose con Daniel en otra de las discotecas. Le fruncí el ceño y ella se sonrojó. Inevitablemente solté una carcajada, ganándome muchas malas miradas.

—Eres un idiota—dijo ella quitándome su teléfono

—Falta menos de un mes para iniciar las carreras y menos de medio año para tu graduación—mencioné llamando su atención

—Vendrás, ¿verdad? —le fruncí el ceño

—Por supuesto que estaré ahí.

Ella sonrió

—¿Podré ir a carreras contigo? —me preguntó

—Claro que sí, siempre te doy un pase, pero casi nunca vienes—rodé los ojos—Ahora que mi mejor amigo es tu novio supongo que vendrás más

Ella se sonrojó nuevamente, no negó nada y alcé las cejas

—¿Novios? —le pregunté

Amber reaccionó y negó

—Somos amigos—solté un bufido—Es enserio, Maxie.

—Es absurdo—le respondí

Ella no dijo más y nos mantuvimos en silencio hasta que subimos al avión.

—¿Vendrás a Bahréin? —le pregunté y ella asintió

—¿Te quedas en Londres? —me preguntó y negué

—Me iré a Austria por la empresa, vamos a empezar con las prácticas del nuevo carro, el equipamiento y todo eso. Estaré unos días en Londres, haciendo las maletas y eso.

Ella asintió y el resto del vuelo, se mantuvo en silencio. Había sacado sus audífonos y se quedó dormida. Como estaba mal echada le acomodé el asiento y siguió durmiendo.

El vuelo no duró más de dos horas y cuando llegamos, pedimos un taxi para ir a casa.

—¡Mis chiquitos! —mamá salió a abrazarnos en cuanto nos vio—Los he extrañado

Papá nos saludó también y me sorprendí de no ver a Santi. Vi mi reloj y eran las 10 de la mañana, por lo que Santi estaba en el colegio.

—Gracias por el viaje, hermano—dijo Amber abrazándome—¿A qué hora sale tu vuelo?

Mamá le frunció el ceño, confundida y luego me miró a mi

—¿Te vas? —preguntó ella—Los años anteriores no te has ido en todas las vacaciones ¿Por qué ahora?

—Mamá, la oficina de Falcao está aquí en Londres, pero la de Arrow está en Austria—le expliqué—Tengo que ir a Austria para ver algunos asuntos y poder estar cerca de la oficina

Ella asintió, aunque tenía los ojos llorosos.

—Mi vuelo sale a las 6, ¿A qué hora sale Santi del colegio? —le pregunté