Al día siguiente mi alarma sonó a las 7 de la mañana. Y el ladrido de Duque me hizo despertarme completamente.
—Entendido, tienes hambre. —le serví su comida, me serví mi desayuno y revisé mi agenda mientras comía.
Saqué a pasear al perro poco después y luego lo llevé a la clínica. Pasé otra hora ahí y regresé a casa cerca de las 3 de la tarde, duque estaba dormido y acostado en su cama.
Me dolía un poco el cuello por haberme dormido en el sofá.
Tenía que ir a la oficina a las 7. Me hice el almuerzo y luego hice un poco de limpieza. Duque se despertó y automáticamente fue a comer. Eran las 5 cuando lo saqué a pasear nuevamente y regresé poco después.
A las 6 se supone que ya tenía que estar en camino a la oficina, pero recién me estaba duchando. El perro ladrándole a la puerta hizo que me bañara más rápido. Había entendido que no le gustaba estar solo.
—Vamos, duque. —le dije mientras salíamos del departamento.
Lo ayudé a subirse a mi carro y conduje hacia la oficina. Los señores de seguridad me quedaron mirando cuando ingresé con el perro. Sonreí avergonzado.
—Te voy a dejar con Ellie. Pórtate bien, duque. —el perro ladró y se quedó sentado al lado de Ellie.
—Llegas justo a tiempo, Max—me saludó—Tu traje está allá, cámbiate rápido. La reunión empieza en unos minutos.
Tal y como dijo Ellie, me vestí rápido y luego Ellie me dio la correa de mi perro.
—¿Estás emocionado? —me preguntó ella
—Nervioso, emocionado. Siento que se me saldrá el corazón ahorita
Ellie soltó una risa
—Max, Ellie—nos saludó Vanessa, la manager de Adrien
—Hola
—Hola, Ness—la saludó Ellie—¿Adrien ya llegó?
—Sí, está cambiándose—me miró—Te quedan bien los colores de Arrow.
Sonreí
—Gracias, Vanessa.
—Dime Ness o Vane, no me gusta mi nombre completo—sonrió y asentí
Adrien salió poco después con su traje. Lo habían cambiado, antes era de color rojo, pero ahora era negro con algunos detalles rojos y blancos.
—Nunca pensé verte con los mismos colores que yo—comentó Adrien cuando llegó
—Ya, tampoco yo—sonreí
—Chicos, ¿Están listos? —preguntó un chico y ambos asentimos
—Detrás de ti, Max—dijo Adrien poniéndose detrás mío
Iba a dar un paso y el ladrido de duque me hizo detenerme. Adrien alzó las cejas y miró en dirección a mi perro.
—¿Te has comprado un perro? —me preguntó
—Lo he adoptado ayer
—Chicos, por favor caminen. —dijo Ellie
Empecé a caminar detrás de ella hasta que se detuvo en una puerta.
—¿Es muy tarde para ir al baño? —pregunté y Adrien se empezó a reír
—Muy muy tarde, Max—dijo Vanessa, detrás de él, riéndose también
—Y lo que muchos esperaban—dijo alguien cuando la puerta se abrió—Los conductores de fórmula 1 de este año, Max Stone y Adrien Dubois.
La sala se llenó de aplausos cuando ingresamos. Agité la mano, me acercaron un micrófono y agradecí.