Sophie Anderson
Max se había ido a China el miércoles, Adrien me había ido a buscar a Francia, pero mis padres no le dijeron dónde estaba. Y les agradecí por eso.
Amber estaba a mi lado con su bolso, mientras caminábamos para subir al avión.
Adrien y yo no habíamos podido solucionar las cosas, luego de buscarme en Francia me llamó y se enfadó cuando supo que estaba en casa de la familia de Max. Ambos discutimos y desde ahí dejó de insistir, él estaba enfadado, pero yo lo estaba más. Estuve a punto de cancelar mi viaje, pero Amber me había insistido en ir. Supuestamente era un viaje de ambas, pero termino siendo convencida por Max y Dan, por lo que seríamos los 4. Ellos ya estaban en Mónaco mientras nosotras recién abordábamos el avión. Acordamos en irnos todos el mismo 26, ellos partirían a Azerbaiyán y nosotras veríamos qué hacer.
—Ya tengo nuestra habitación separada en el hotel—comentó Amber apoyando su cabeza en su asiento.
—Me gustaría comprar una casa allá—Amber sonrió
—Sería genial, pero cuestan un ojo de la cara—solté una risita
—Aunque para mi hermano probablemente ni le duela pagar—ella se levantó rápido—Pero eres millonaria, tú puedes pagarte una casa allá
—Amber, no eres pobre—rodé los ojos con una sonrisa
—No soy rica, mis padres son ricos—solté un bufido
—El dilema de todos los ricos—ella sonrió—¿Cuánto falta para que acabes tu carrera?
—A ver, estamos abril—sacó su teléfono—4 meses. Mierda, cuatro meses, no falta casi nada.
—¿En qué te vas a especializar?
—Estaba pensando en paisajismo o diseño de interiores—respondió sonriente—¿Tú en que te especializas?
—Civil, pero estoy pensando en hacer un posgrado en Empresarial—comenté.
—Eso es genial, ¿No has pensado en meterte en el mundo del motorsport? —frunció el ceño
—Claro que sí, Falcao me ha estado llamando dos años seguidos—ella sonrió—Pero, no sé. Eso implicaría estar más pegada a los viajes y me gusta la libertad de quedarme en Francia por temporadas largas.
Ambas empezamos a hablar sobre nuestras carreras, Amber estaba emocionada por terminar su carrera porque ya tenía una empresa que la estaba buscando, le importaba muy poco que su hermano sea famoso y que gracias a él había tenido ese trabajo.
A las dos horas ya estábamos en el aeropuerto, Max y Dan nos esperaban afuera del aeropuerto con un bonito Jeep.
—Hermanito—Amber se acercó a abrazar a su hermano—Mi amor—Le dio un beso a Dan
—Maxi—el rodó los ojos y me atrajo en un abrazo
—Rubia
—Me voy a pintar pelirroja ¿Crees que me quede bien? —le pregunté bromeando
—¿Hay algo que no te quede bien, Anderson? —le di un manotazo
—Tienes razón, todo me queda bien—Dan y Amber soltaron risitas y Max rodó los ojos
Dan condujo hasta el hotel donde nos quedaríamos, ellos tenían habitaciones separadas y Amber y yo nos quedábamos en una. Entré a mi cuarto a dejar mi maleta y procedí a cambiarme de ropa, no sin antes darme una ducha rápida. Sali media hora después con un vestido azul con blanco y unas zapatillas blancas. Cepillé mi cabello y lo dejé suelto. Salí y esperé a Amber en la salita.