Sophie Anderson
Era sábado y yo estaba acostada en mi cama torturándome, viendo la clasificación mientras comía helado. Había visto que Adrien tenía morado un ojo y un poco de su labio partido, el día anterior. Los periodistas habían dicho que lo asaltaron. Adrien quedó octavo, mientras Max se mantenía primero. No había querido entrar a redes sociales, a pesar de que sabía que tenía que hacerle frente a toda esta situación. Adrien había llamado muchas veces y había escrito muchos mensajes pidiendo perdón. Solo le contesté a mis amigos diciéndoles que estaba bien, pero que quería estar sola. Amber se lamentó no poder estar conmigo porque tenía exámenes.
El domingo decidí presumir un poco mi situación y subí una foto del helado medio lleno, sin percatarme que detrás se veía el canal de la carrera. Maldije mil veces cuando esa foto se expandió, a pesar de haberla borrado a los segundos. Adrien no había dado el anuncio de nuestro rompimiento, y me di cuenta de que él tenía la esperanza de que lo iba a perdonar. Un poco enfadada archivé todas las fotos que tenía con él y cambié mi foto de perfil en todas mis redes sociales. Sabía que había dado mucho de qué hablar a sus seguidores, pero en ese momento me importó muy poco.
Adrien
Sophie, por favor, perdóname, estaba muy borracho, lo lamento.
Habla conmigo, por favor.
Podemos arreglar esto.
No me dejes, por favor.
Había un montón de mensajes más.
Sophie
Deja de mandarme mensajes, deja de llamarme. Se acabó. Haz el anuncio de nuestro rompimiento o lo haré yo.
No esperé a que me conteste y apagué el teléfono.
Tal y como se lo pedí, Adrien hizo el anuncio de nuestro rompimiento con una foto de ambos.
"Sophie y yo somos mejores amigos desde hace mucho tiempo, hace casi un año le pedí que fuese mi novia, ella aceptó y ustedes fueron testigos de lo mucho que ella y yo nos queríamos. Sin embargo, el día de hoy les vengo a anunciar algo que a muchos no les va a gustar. Sophie y yo hemos terminado nuestra relación sentimental. Ella es una de las mejores personas que he conocido. He leído y escuchado muchos rumores sobre nosotros, pero quiero aclararles que ni ella, ni yo tenemos la culpa de ello. Son cosas que pasan. Espero que le sigan teniendo el mismo aprecio que ahora, y sobre todo que le tengan respeto, porque ella se lo merece. Les dejo esta bonita foto de ambos de hace algunos años. No hemos terminado por mutuo acuerdo, pero como dije antes, ella es mi mejor amiga. Tal vez pronto no vean fotos de ambos, pero siempre le guardaré cariño".
Él había mentido en su anuncio para salvarse el pellejo, pero varias personas sabían de aquello, pues en los comentarios lo tildaron de muchas cosas y entre ellas "infiel".
Mi representante había estado llamándome porque pedían mis declaraciones sobre aquello, me habían invitado a podcast, algunas entrevistas. Me negué a todo y me mantuve lejos del ojo público.
El lunes por la tarde, salí de la ducha después de mi rutina en el gimnasio. Me vestí cómoda y me dispuse a trabajar en algunos documentos. El sonido de mi puerta me interrumpió, así que me paré a abrir. Lo primero que vi fue un enorme peluche y luego un ramo de tulipanes. El peluche descendió y vi el rostro de Max con una sonrisa.
Solté una risa y me moví para dejarlo pasar.
—Te he traído chocolates también—dijo sacando una caja