Still you take up all my mind,
I don't even think that you care like I do.
I should stop, heaven knows I've tried.One day I will stop falling in love with you.
Let you break my heart again -Laufey
Las siguientes dos semanas se pasaron increíblemente rápido. Por poco se sentía como estar en época de campeonatos, yendo de acá para allá preocupado por todo, sin espacio para respirar. Pero no, tenía un grupo de amigos muy movedizos y un corazón que no dudaba en agitarse. Primero, José y Carolina me citaron a su casa para hablar.
-Pep, ¿te gustaría conocer Portugal? -preguntó mi amigo extrañamente emocionado.
-Pues... Sí, no veo por qué no -respondí confundido-. Fui un par de veces para partidos y tal, pero nunca pude recorrer el país como turista.
-¡Estás de suerte! -exclamó Carolina- Te queremos invitar a un viaje con nosotros y algunos de nuestros amigos a un viaje hasta Portugal.
-Compramos una casa rodante con suficiente espacio para cuatro personas, y queríamos invitar a dos amigos para ir juntos hasta mi ciudad natal, recorriendo en el medio España, claro -continuó Mou.
-Nos quedaríamos en la casa de José por una semana por lo menos -continuó la mujer-, luego regresaríamos hasta Madrid.
-Hasta Barcelona, mejor dicho -la corrigió José-, así te dejamos a ti y a Nora.
-¡Arruinaste la sorpresa! -lo miró enojada- Pero sí, queríamos invitarte a ti y a Nora, la has visto el otro día. ¿Qué dices?
Ambos me miraban expectantes con una sonrisa de oreja a oreja. El silencio que se formó contrastaba con todo lo que hablaban. Debí detenerme por un momento para procesar toda la información que rápidamente botaron sobre mí. De paso aprovechaba la calma.
-Wow, es... es un halago ser invitado, en serio... -respondí dudoso- Pero entenderán que no puedo tomar una decisión ahora mismo...
Volvieron a hablar y a interrumpirse mutuamente mientras yo los miraba callado, escuchando cómo querían que yo vaya con ellos y contándome más detalles de lo que sería el viaje. La oferta sonaba realmente tentadora. Alejarme por un tiempo de mi trabajo, de la ciudad que tanto dolor me ha visto sufrir, para visitar la playa con amigos. Y no voy a mentir, ese sentimiento de ser deseado por amigos para pasar el tiempo ayuda a la autoestima.
Pero esa pequeña voz en mi cabeza me recordaba todo lo que sentí en su momento por Mourinho, y estaba aterrado de que esos sentimientos pudieran regresar. No sabía si estaba preparado para, una vez más, subirme a la montaña rusa que es enamorarse.
Finalmente acepté. El miedo de perderme de la vida y sus aventuras superó cualquier otra cosa una vez más. En ese momento el tiempo realmente comenzó a pasar más rápido que nunca. Organización, planeo del itinerario, provisión de comida, arreglos financieros, actividades que haríamos, todos los detalles de un viaje que nunca se cuentan.
Y, en medio de todo el caos, una llamada con José a la noche.
Su llamado llegó a medianoche sin previo aviso. Podía notar en su voz la necesidad de hablar con alguien, esa liberación verborrágica luego de guardarse los pensamientos. Me decía lo feliz que estaba de regresar a su ciudad natal después de tanto tiempo y lo nervioso de volver a ver a sus padres.
-Nunca fui su mayor orgullo, ¿sabes? -me decía con voz calma pero rápida- Querían que estudie administración como mi hermano, que me gane la vida de una forma más tradicional. No les agrada que esta sea mi profesión.
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rosas con espinas [guardiola x mourinho]
FanfictionEn los años noventa, aun en el FC Barcelona, Guardiola tiene planes para confesar su amor por el curioso portugués que actúa de entrenador suplente, un tal Mourinho. Sin embargo, el destino tenía otros planes para ese día. Más de una década después...