tu falta de querer

85 11 5
                                    

Me desperté en esa misma silla de playa molesto por los rayos del sol. El cuerpo me dolía por la incómoda madera en la que dormí, y la cabeza me daba vueltas. Me giré para ver la casa, y Caro estaba parada en la puerta, mirándome. Apenas se percató de que yo la estaba mirando regresó adentro. Llevé las manos a la cara cansado.

Me dirigí hacia la casa como si fuera un zombi. Frente al portón me detuve, aterrado con la idea de entrar y encontrármelos una vez más. Pensé en simplemente irme hacia un aeropuerto y regresar a Barcelona, pero era ridículo. No podía seguir corriendo. No podía irme sin una explicación. Así que respiré profundo y abrí.

Apenas lo hice me encontré a Carolina sentada en la cabecera de la mesa, de brazos cruzados, fusilándome con la mirada. A su lado estaba un José desaliñado, cansado, con pesadas ojeras. No levantaba la vista de la mesa. Se me revolvió el estómago de solo mirarlo.

-Ven, Josep -ordenó la mujer-. Siéntate.

Sintiendo que no tenía otra opción, obedecí. Tomé asiento directamente en frente de José. Nuestros ojos se encontraron por un instante antes de evadirse, avergonzados.

 -Ya lo sé todo -habló ella con confianza, seria-. ¿Ir tras mis espaldas, escabullirse como críos en celo? ¿Es que no tienen un pensamiento coherente, un mínimo de respeto?

El silencio que se formaba cuando ella no hablaba era sepulcral. A pesar de ser verano sentía frío. Mis manos y piernas temblaban levemente, quizás de forma imperceptible para ellos, pero yo realmente estaba inquieto, incómodo.

-¿Por cuánto tiempo han follado? -demandó una respuesta a su marido.

-Una sola vez -masculló entre dientes, con voz rasposa.

-¿Eso es verdad? -dirigió su mirada hacia mí.

-Sí -respondí apenado, mi voz temblando.

-¿Cuándo fue? -no quitó sus ojos de mí.

-Dos noches atrás -dije del mismo modo-. Cuando Nora y tú salieron.

Ella miró a su marido, quien confirmó lo ocurrido. Suspiró pesadamente.

-Quiero que me digas la verdad -se dirigió a mí nuevamente-, porque ya no puedo confiar en José. ¿Qué ha pasado realmente? ¿Has venido a este viaje únicamente para estar con mi marido?

Me costaba descifrar en su tono si se encontraba molesta o dolida. Probablemente las dos.

-No -hacía todo lo posible para mantener la compostura-. Hace años que tengo sentimientos por José, desde que jugamos juntos en el Barcelona -respondí honestamente casi en susurros-. Yo te prometo, Caro, que nunca hubiese intentado nada sabiendo que estaba casado.

-Pero aun así follaron -me interrumpió fulminándome con la mirada.

-Sí, pero-

-¿No te importó romper un matrimonio? -levantó el tono de voz.

-¡Él se me insinuó! -grité para hacerme escuchar antes de calmarme nuevamente-. Esa noche él estaba ebrio y me incitó a beber vino para estar como él, y cuando la botella se vació me besó -sentí aguarme los ojos- y yo había soñado con eso por tanto tiempo que...

Me interrumpí para no perder la compostura antes de hablar. Estaba hasta arriba de las mentiras y de los tontos juegos de escondidas.

-Escribí la carta en un intento de desahogarme, nunca pretendí que la viera ni él ni nadie, por eso la boté. Yo estaba dispuesto a ocultar lo que sentía hasta el día de mi muerte, nunca quería que nada de esto pase.

José estaba claramente incómodo, sin ser capaz de quedarse quieto o siquiera levantar la vista de la mesa. Carolina se mantuvo en silencio algunos segundos antes de dirigirse a su esposo.

-¿Fuiste tú? -susurró furiosa- ¿Tú lo has buscado?

-Tú has visto la carta, has leído lo que se traía en mente -la miró con un enojo profundo.

-Pero tú lo has buscado -se levantó apoyando las manos en la mesa-. TÚ has metido las manos en la basura, TÚ lo has embriagado y TÚ lo has besado -vociferó-. ¿O me equivoco?

José no dijo nada. Su esposa suspiró antes de volver a hablar.

-Josep, deberías regresar a Barcelona -calmó su tono de enojo, pero aun así hablaba con total seriedad-. Lo que resta resolver es entre José y yo.

-Sí, por supuesto -respondí apenado.

-Necesito respirar -susurró antes de salir de la casa al jardín.

Eso nos dejaba a José y a mí solos nuevamente. Ninguno sabía realmente qué decir. El arrepentimiento y la pena superaba cualquier otro sentimiento.

-Te digo esto pero no quiero que te enojes con Carolina. Si puedes, ni se lo menciones -susurré-. Ella me ha besado anoche. Ha sido allí cuando se enteró de lo nuestro. Y ni siquiera hizo falta decir nada, ella sola se ha dado cuenta de todo.

-A pesar de todo aún me dices la verdad. Yo te he dicho que eras demasiado bueno.

Y levantó la vista para mirarme con un triste intento de sonrisa que resultó en una mueca. Y pese a todo lo que ha pasado, sus palabras, el abandono, el engaño, el haberle hecho tanto mal a Carolina, de tantas noches llorando, quería besarlo. Una patética parte de mí aun creía que él era capaz de amarme como yo quería que me ame. Y era hora de aceptar que eso nunca iba a pasar.

Así, me levanté de mi asiento, junté mis cosas y salí de la casa. Dirigiéndome hacia la vereda, una voz me interrumpió.

-¡Guardiola, espera!

Era José, mirándome desde el marco de la puerta. Lo observé desde una cierta distancia esperando a ver qué decía. Él repensaba sus palabras una y otra vez, aparentemente indeciso de qué decir.

-Buen viaje -dijo sin mirarme antes de regresar y cerrar la puerta.

Con el corazón pesado tomé un taxi hasta el aeropuerto y tomé el primer avión con destino a mi ciudad natal. Mirando por la ventana, no podía dejar de comparar el viaje de ida hasta Portugal con este. Sentía como si el primer viaje hubiese sido años atrás, como si hubiese tenido 28 años en lugar de 39. Quizás mi destino no era el amor, por más que me costara aceptarlo.

Pero estaría bien. Sabía que finalmente todo había terminado para siempre. Ya no había secretos, ni escondidas, ni juegos. Y probablemente haya sido mi imaginación, pero miré la palma de mi mano y sentí que la cicatriz de la rosa finalmente se estaba curando y desvaneciéndose de mí.

<--------->

HOLAAA disculpen la demora con este capítulo!!! La vida se puso muy ocupada y movida, pero quería darle un fin a esta novela. Hace aproximadamente un año comencé a escribirla, y cuando ya tuve la gran mayoría escrita decidí empezar a publicarla. Espero que les haya gustado, muchas gracias por todo el apoyo que recibí. <3

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 10, 2024 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

rosas con espinas [guardiola x mourinho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora