Si pudieras olvidar tu mente
Frente a mi, sé que tu corazón
Diría que sí.
Seminare -Seru Giran
Ya casi llegábamos a Portugal, y no podía estar más contento. Los días pasaban mientras nosotros íbamos de pueblo en pueblo, de carretera en carretera, permitiéndonos ser turistas.
Había un asunto, sin embargo, que me picaba la mente, aparte del obvio enamoramiento. Sabía relacionarme bien con Carolina y José, pero con Nora la situación era peculiar. Nuestras conversaciones no eran más que banales y me atrevería a decir incómodas. No estoy diciendo que ella era una persona poco interesante, para nada. Pero yo no llegaba a descubrirlo.
Lo discutí con Carolina en una de nuestras caminatas en catalán. Le conté cómo sentía que Nora parecía incómoda a mi alrededor, pero ella lo negaba. No paraba de halagarla, decir qué tan guapa era, divertida, introspectiva, y demás cumplidos. Eso no dejaba de parecerme extraño.
-Quizás no sabe cómo comportarse a tu alrededor -me dijo sonriente, su mirada perdida en el paisaje-. Debes entenderla.
Aun así, no podía.
Esa misma noche nos detuvimos a la costa de un río. El paisaje no era más que bellísimo, donde todas las estrellas eran visibles gracias a la poca contaminación visual. Caro y Mou fueron a caminar a orillas del agua, yo intuí para tener un momento como pareja. Cómo quería ser yo. Ambos insistieron fervientemente que vaya a charlar con Nora.
Y allí la vi, sentada frente a la fogata, admirando el fuego. Cuando me acerqué, su tranquilidad se fue, y no podía entender por qué. Me senté a su lado para introducirnos en un silencio en el que ninguno tenía nada para decir. Hasta que ella habló.
-Escucha, Josep -me dijo, incapaz de mirarme-. Yo... Caro ya me ha dicho todo.
-¿De qué estás hablando? -pregunté confundido.
-Anda, no hace falta hacerte el tonto -se acariciaba un brazo con incomodidad-. Me siento halagada, realmente, pero... no puedo corresponderte.
Yo no dejaba de mirarla tratando de descifrar lo que quería decirme. Estaba incómoda, eso era más que claro, y quería comprenderla pero no era capaz de hacerlo. Me miró y pareció asustarse ante mi ceño fruncido.
-¡No es culpa tuya! -se apresuró a decir- No es mi intención lastimarte, en serio. Es que... -suspiró antes de susurrar- Es que soy lesbiana.
La miré por algunos segundos comprendiendo finalmente lo que había pasado.
-Oh, tu pensabas que yo... -hice un gesto extraño con la mano- No, no es nada de ese estilo. La realidad es que yo también soy gay.
-Oh... -una sonrisa se asomó en sus labios- ¡Oh! -dijo transicionando a una risa.
Continuamos a reírnos hasta eventualmente volver a sumergirnos en el silencio, pero esta vez uno cómodo.
-¿Sabes qué creo? -comenté- Creo que ellos -señalé a las figuras que caminaban alejándose de nosotros- querían que nosotros dos seamos pareja.
-Ay, no... -se tapó la boca con la mano- Así que tu tampoco les has dicho, ¿eh?
-No, nunca podría -escupí, sintiendo como si esas palabras morían por salir de mi boca.
-Anda, no creo que sea tan grave -dijo tratando de hacerme sentir mejor, quizás sorprendida por mi reacción-. Siento que ellos nos aceptarían, pero siempre está ese miedo...
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rosas con espinas [guardiola x mourinho]
FanfictionEn los años noventa, aun en el FC Barcelona, Guardiola tiene planes para confesar su amor por el curioso portugués que actúa de entrenador suplente, un tal Mourinho. Sin embargo, el destino tenía otros planes para ese día. Más de una década después...