◖Capítulo 6◗

271 30 11
                                    

Notita:

¡Muchas gracias por leer y ser del fandom de Corazón Salvaje! Mi arma de trabajo -laptop- entrará a servicio ya que mi teclado anda haciendo lo que quiere, así que recen conmigo para que no lean mis pornosidades y el técnico se asuste o le guste (?


-*-*-

Los pasos fúricos del príncipe Jacaerys resonaban por todos los pasillos haciendo eco en las paredes, todos se cuestionaban del porqué de su expresión enojada ya que de ser posible estaría echando humo por las fosas nasales cual dragón preparando la llamarada para lanzarla a su peor enemigo. Subió los escalones ignorando a todos aquellos que le deseaban buenas tardes pues finalmente el día ya se había tornado naranja anunciado la llegada de la tarde y por ende la noche. Una fuerte ventisca también anunció el arribo de una tormenta que se veía a lo lejos. Los sirvientes fueron por tablas, madera y trancas para prepararse por si aquel fenómeno natural cobraba fuerza con sus aires rompiendo cuanto fuese.

Jace entró al cuarto de su hermano menor azotando la puerta de entrada así como también detrás de él cuando una vez que se halló dentro. El joven se encontraba leyendo un libro el cual ignoró de inmediato al ver tan enojado a su hermano mayor, usaba una camisa sencilla de manga de color blanco, pantalón negro y botas.

—¿Qué sucede? ¿Por qué estás tan enojado? —el menor sin la más mínima idea se acercó a él.

El mayor dio un manotazo al contrario haciendo que éste retrocediera más consternado de lo que ya estaba —¿Cómo te atreves? ¿Esa es tu manera de ayudarme? ¿Seduciendo a mi hombre? —las palabras del heredero al trono eran como puñales atravesando su carne creando dolor.

—¿D-De qué hablas? ¡N-No te entiendo! —Lucerys en verdad no entendía nada ¿Hablaba de Aegon? ¿Qué movimiento hizo que consideró seductor?

—¡Ay por favor! No eres más que un hipócrita fingiendo ser alguien decente —le señaló con el dedo índice acusándole como si fuese un terrible delito.

—¡Espera! —alzó la voz posando las manos delante suyo —No estoy entiendo nada de lo que dices, no he hecho nada para seducir a Aegon —respondió de inmediato ya con notable enojo.

—Claro, hazte al idiota. ¿Por qué carajos Aemond propondría casarse contigo si no hay nada entre ustedes? ¡Anda! ¡Dime! Lo está haciendo contigo ¿Verdad? —Jace se acercó amenazadoramente sin tan siquiera pestañear.

Lucerys se quedó boquiabierto, miró para todos lados, tragó con pesadez, se mordió los labios, miró a su hermano una vez más sin saber qué decir —¿Q-Qué hizo ... qué? —pronunció apenas audible, esto no le alegraba en lo absoluto —¿Por qué haría algo así? No tiene sentido— preguntó asustado para luego tomar asiento sobre su cama.

—Solo te voy a decir algo hermanito —su mirada era mucho peor que sus propias palabras —Si Aemond se casa contigo, que es prácticamente imposible pero aun así, será solo para molestarme, para ponerme celoso, para ver mi reacción ¿Sabes por qué? ¡Porque me ama! A ti jamás podrá verte como me ve a mí, solo verá al ridículo niño que le arrebató un ojo. Y si sigues tratando de acercarte a él, yo mismo te comprometeré con Altus Greyjoy y me encargaré que te vayas muy lejos de aquí — Jace finalmente sacaba las garras contra su propio hermano que tanto le había ayudado.

Por supuesto que el jinete de Arrax no se dejaría tratar de esa manera. Se levantó de la cama ahora siendo él quien lograra hacer retroceder al mayor —Tú ya estas casado, debería darte igual lo que haga o no con su vida. No haces más que jugar con los dos y ahora también me incluyes en este grotesco juego del cual ¡nunca debí ser partícipe! Si no he dicho nada ha sido porque te quiero, porque eres mi hermano, porque me importas y a ti solo te interesa él... ¡ni siquiera tu marido quien se desvive por ti! —no le importaba si le escuchaban. Eso quería.

[Alma de dragón]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora