Parte 16

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Estaba sentado con mi cuaderno en mano sintiendo la brisa cálida que ingresaba por la ventana de la biblioteca, el delicado viento movía las blancas cortinas con suavidad. Sonreí el sentir un ambiente pacífico y hermoso, por desgracia tenía un trabajo de investigación que debía terminar en el receso.

Mire el libro que tenía a un lado de mi libreta, di un suspiro pensando en porque no termine mi tarea desde hace una semana, pero la respuesta era obvia soy un perezoso. Sin muchas ganas empecé a transcribir un párrafo del libro en mi libreta.

Pude notar por el rabillo del ojo una sombra sentarse en frente aunque no sabía quién era pues estaba concentrado en escribir. Al terminar de pasar el párrafo me dio curiosidad saber la persona que estaba en silencio al frente, nadie es tan callado.

Mi labio inferior empezó a temblar sintiendo una capa de calor por mi cuerpo, el sudor no tardó mucho en llegar, mi pecho podría explotar en cualquier momento al tener a Choi Yeonjun sentado al frente leyendo un libro.

Dios...

Me quede admirando su perfecto rostro y lo bien que le quedaban los lentes, maldición hasta leyendo se veía tan bien. Frunció el ceño y levanto la mirada un poco perdido conectando sus oscuros ojos con los míos por inercia baje el rostro apenado sintiendo mis orejas arder, incomodo tome mi lapicera de nuevo entre manos temblorosas fingiendo que no me había quedado viéndolo como un bobo, era consiente que aún seguía mirándome, mi inútil cuerpo que reaccionaba de manera exagerada con Choi Yeonjun no me decepciono y mi lapicera cayo de mis delgados dedos haciendo contacto con el suelo.

Pasaron tres segundos y pude reaccionar agachándome con nerviosismo a querer tomarla, para volver más alocado a mi corazón Choi Yeonjun se agacho al mismo tiempo queriendo tomar mi lapicera.

Mi cuerpo se puso rígido con solo rozar sus largos dedos.

L-lo siento...Tartamudee ruborizado alejando mi mano. Yeonjun alzo mi lapicera dejándola devuelta en la mesa. Me vio por unos segundos y se levantó desapareciendo por la salida sin decir nada.

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Mis parpados lentamente se abrían, por dios estoy tan agotado nunca más saldré a una fiesta las consecuencias son muy malas, dolor muscular, martilleo en la cabeza y un sabor amargo en mi boca. Odiaba decirlo pero...

Yeonjun tenía razón.

Si hubiera seguido su consejo no estaría en pleno examen durmiendo cada diez minutos, esto realmente apesta, no tengo cabeza ni para escribir mi nombre en la hoja y como si fuera más insoportable podía oír a mí alrededor como los lápices de mis compañeros hacían su trabajo sobre sus exámenes.

Lo peor de todo y que nunca me había sucedido fue tener tal resaca que no recuerdo lo que hice ayer por la noche...error, esta madrugada, fue muy impactante levantarme con una alarma más ruidosa de lo normal y encontrarme a mi amigo Kai casi muerto sobre el sofá, por un momento me asuste pero reacciono a mis pequeñas palmaditas en la mejilla.

Su madre me mataría si supiera que no lo cuide...

Cuando mis parpados quisieron volver a juntarse por la falta de sueño sentí un toquecito en mi espalda impidiéndomelo, ágilmente voltee un poco el rostro sin que el profesor se percatara. Mi compañero de cabello oscuro no dijo nada y solo me paso un papelito teniendo la mirada fija sobre el profesor, lo mire extrañado pero ni se molestó en explicarme o decirme si tenía que pasar el papelito al frente por lo que este mensajito que estaba aquí era para mí.

Fantasy - YeonGyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora