Puede empezar con un "llévame a casa"
Dónde Charles solo necesita alguien que lo vuelva a hacer creer en el amor y Carlos está dispuesto a hacer lo que sea por ese Omega.
- Rsailec
Empezada: 14 de abril 2023
Terminada: 17 de julio 2023
Imaginemos que Carlos mide 1.80 y Charles 1.70 ¿ok? Ok 😺
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Esa noche Sainz durmió en el sofá, no deseaba invadir el espacio del omega así que dejó al menor en la cama y él en la sala, el cuarto de hotel era más similar a un departamento grande como para tener la recámara cerrada, donde el más joven no podía percibir más de las feromonas que estaban ya encerradas en la habitación.
Por la mañana, Carlos se levantó más temprano de lo normal, en la noche ni siquiera se había cambiado la ropa que tenía puesta ya que estaba suficientemente cansado como para hacerlo por lo que aún mantenía el aroma de Charles en sus prendas. Antes de hacer cualquier otra cosa, fue a revisar al monegasco, debía cerciorarse del bienestar del omega.
Al entrar en la habitación, una ola de feromonas golpeó su nariz dejándolo algo aturdido, su alfa deseo por un momento lanzarse a marcar al dueño de aquel delicioso aroma, sin embargo, sabía que eso no estaba bien por lo que reprimió a su instinto "no, él está vulnerable, no puedes hacer eso" pensó. No esperó mas y entró, revisando el estado del castaño. Parecía que seguiría durmiendo por un rato, se le veía sumamente hermoso con su cabello desordenado, sus ojos cerrados y sus labios levemente abiertos, ¿quien osaba de dañar a tan hermoso ser?
Se dirigió hacia su maleta tomando prendas limpias para seguidamente meterse en el cuarto de baño, tomaría una ducha y después prepararía algo de comer para el más joven. Minutos después salió del baño ya cambiado, yendo a cocinar waffles para su acompañante.
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Leclerc se despertó gracias al aroma proveniente de la cocina, se reincorporó en la cama, mirando a todas direcciones, esa no era su habitación, no olía a él. Se paro de la cama aún exaltado, recordando poco a poco lo sucedido la noche anterior. Salió con cuidado del cuarto, encontrándose a un alfa dándole la espalda mientras cocinaba algo, cuando este se dio la vuelta, sus intimidantes ojos cafés se enfocaron en el, observándolo con cautela, como si quisiera analizar todos sus movimientos.
— ¿qué hago aquí? — preguntó temeroso él monegasco, cubriendo su cuerpo con sus brazos.
— anoche te quedaste dormido abrazado a mi — respondió con tranquilidad el mayor — te veías muy cansado así que no te desperté y te traje aquí.
