¡Ay Thalia!

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THALIA:

Vuelvo a la típica semana de estudios y estrés, pero algo extrañada...por lo de Alex. Creo que estoy perdiendo la cabeza...

-¡Reacciona Thalia!

Tienes que ser fuerte ante la situación. Concéntrate. Enfocándote. Trata de no caer en mal ... piensa ..., la situación es BASTANTE clara.


No te acerques a Alex, y punto...   Perderás todo, si no lo haces. Pero si no...estaré dolida por necesitarlo junto a mí.

Es muy peligroso para mi y él; trataré de ver la manera como arreglármelas...


Y también quería decirles que el domingo me la pasé mirando pelis de amor en mi casa...Y eso me recordó... Soy VIRGEN DE LABIOS Y TODO.

Espero con ansias mi primer beso y siempre he soñado que sería como en los cuentos y amores mágicos ... Pero, ¿ quién se fijaría en una tabla como yo?

Ahora solo me concentrare en los estudios y olvidaré por completo esa ridícula idea de que Alex y yo podamos ser, algo mas...



-¡Thalia!-grita desde abajo mi mamá.

-¡Ya voy!-grité, poniéndome rápidamente, las sandalias de baño y saliendo de mi cama. Me ducho lo más rápido que puedo, ya que no quiero pasar lo mismo que ese día, así que trato de prevenir.

-¡Ya estoy mamá!-clamé con voz potente y segura.

-Es un milagro que estas a tiempo para desayunar en casa, Thalia.- me dijo mirándome desde la puerta de la cocina, mientras bajaba por las escaleras.

-Hoy me levante mas temprano.- contesté sin darle la menor importancia a mi primera señal de puntualidad.

Mientras que bebía mi avena y mordía mis dos panes con mortadela, le contaba cosas que a mi parecer merecía saber...,pero no me sentía segura al tratar de contarle sobre Alex. Simple y llanamente, no toqué el tema y no dije nada sobre ello.


-Chau mamá.-dije despidiéndome cerca  ala puerta principal.

-Que te vaya bien hija-me da un beso en la frente de despedida, y salgo de mi casa.


...

Todo salió bien.

Llegué sin problema a tomar el autobús y desayuné en casa ... Pero creo que pensé muy rápido. Pues en el micro, todo de nuevo salió mal.


-¡Baja!-chillé, algo extasiada, nerviosa y abrumada.


En eso se me sale la zapatilla, por los malditos pasadores desamarrados. Trato de acomodarlos, pero el rubor subió hacia mis mejillas al notar, que a lado mio, estaba sentado un chico pero... ¡para derretirse!

"¡Malditas mejillas! ¡Maldita torpeza! ¡Maldita mi vida!"

-Disculpa,... para... para salir-dije segura, creo...

-Claro...pasa.

Y ahí aproveche para colocarme mi zapato y lo logré. Lastimosamente otro problema más surgió...

-Cobre...-se cayo , mi única moneda. Mi única moneda, la única moneda de sencillo que tenía para pagar,  se cayo a la detestable  pista.


"¡¡¡NOOOOOO!!!"


-Disculpe-dije tratando de sacar otra moneda.

-¡Señorita apúrese, no tengo todo el día!

-Lo siento...aquí tiene.- anuncié con victoria, al haber encontrado otra moneda, de casualidad, en  mi bolso. Aún así, ya estaba comenzando a sentirme incomoda, por la terrible vergüenza, y lo volvía aun peor, mis estúpidas mejillas.

"¡Dejen de sonrojarse!"


-¡Oiga!-escucho una voz atrás, que hace que me paralicé.

"Es..es ..., no...no... me están jodiendo..."

"¡¿ES ALEX?!"


-¡¿Como se le ocurre tratar así a una jovencita?!- me defiende con valentía gritándole al cobrador.

-¿Es su novia?-pregunta el muy necio.

-Si, y ahora mismo me bajo.- contestó, hecho totalmente una furia, y de la nada, sujetando por sorpresa mi mano.

-Como quiera.- respondió el muy alcabalero.


No me percaté de que él estaba en el bus, y mucho menos, en el mismo en el que viajo yo.

Bajamos y empezamos a caminar para llegar a la Universidad.


-¿Como sabías que en este carro suelo venir?- pregunté, rompiendo el silencio que se sentía entre los dos.

-No lo sabía, yo también lo tomo.- afirmó atónito por la sincronía, y mirándome abriendo sus ojos como platos.

-Que coincidencia, vivimos cerca, entonces...-trato de sonar relajada.


-Thalia, quisiera hablarte de algo.- interrumpe Alex, involucrando otro tema, de la nulidad.

-Creo que tendrá que esperar, ya llegamos y no me arriesgare a...tu...bueno...ya sabes.

-Lo entiendo.

-Hasta luego Alex.- me despedí sin hacer otra cosa más, y me encaminé a mi facultad.


-*-
Sigo caminando,  y en eso mi bolsa se cae, porque un idiota no se fijo, e hizo que la mayoría de mis cosas resulten esparcidas por el piso.

"¡IDIOTA! ¡¿Acaso no ves por donde vas?! ¡Y ni siquiera eres un caballero para recoger tu desastre!"

"¡Carajo!"

"Mejor deja de quejarte y empieza a recoger tus cosas, antes de que se haga tarde."

Hice caso a la segunda opción razonable de mi subconsciencia y empecé a levantar mis pertenencias.


-¿Te ayudo?-dice alguien a quien no veo por la vergüenza, y tratar de recoger todo lo más pronto posible.


En eso, tomo mi lápiz, y una mano desconocida topa la mía...

Levanto la mirada y me vuelvo tomate al verlo, no se porque me siento así, cada vez que lo veo.


-Alex ...gra..gracias.




RISKI GAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora