-Discúlpame...No fue mi intención- me levanté de su encima.
-No pasa nada, tranquila. Fue mi culpa, me distraje al verte- me pusé fresita.Tosí para obviar lo que sea que pasaba entre nosotros y luego decidí hablar, pero él también lo intentó y chocamos. Volví a intentarlo y pasó lo mismo; entonces decidí presentarme:
-Soy Thalia. Thalia Coltein- sonreí con el horrible ardor en mis poros.
-Un gusto en conocerte Thalia. Soy Taylor. Taylor West.
-Y...- empecé.
-Derecho- leyó mi mente.
-Administración- respondí.Nos miramos un momento más hasta que noté que el ambiente se volvía denso.
-Vale...Em... creo... que ya debo irme, pero un gusto conocerte.
-Lo mismo digo, Thalia- me sonrío.
-Ujum- asentí pasando un fuerte trago de saliva y literalmente salí huyendo por el pasillo.***
Llegué al salón y vaya que Alex cumplió lo que dije, mi trabajo había sido revisado por el profesor Martinez. En él llevaba un mérito que destacaba en la esquina derecha; me sentí satisfecha y me senté a apuntar lo que quedaba de clase.
Salí hacia mi casillero, y de la nada mis ojos miraron la cámara que se encontraba en el pasillo, me causó gracia verla roseada de negro y con un cable salido; es increíble que se vea como si nada le hubiera pasado, ni siquiera se notaba el golpe que le dí con el destornillador; ¡asombroso!
...
-Hola.-alguien susurró en mi oreja al momento que guardaba mis cosas en mi casilla estudiantil.
-Al parecer no quieres verme...- volteé sintiéndome enrojecida.
-Alex, nos estan mirando- le dije porque me estaba abrazando por la cintura.
-Y eso que tiene, estamos juntos- impactó contra mis labios. Mi voluntad de querer alejarlo era nula, y las ganas de dejarlo eran escazas, quería tenerlo mas cerca aunque esto amerite un castigo o una expulsión, quería que no me dejara, quería siempre tenerlo aquí, junto a mí; donde nada ni nadie pueda hacernos daño.El beso acabó en nuestra falta de aire. Mi espina dorsal sintió una breve corriente y mis poros se abrieron como alas de águila, causándome un suspiro ahogado al ver a Melissa recostada en la columna blanca observándonos con incomprensión. Alex ni se daba cuenta de nuestra única espectadora, hasta que le hice una señal con los ojos y se fijó, pero en eso Melissa se fue caminando, ¿a dónde? Ni idea, pero no debría preocuparme, ¿o sí?
...
-Thalia, hey, ¿qué pasa?- me habló tranquilamente quitándome un mechón de pelo de mi rostro, pasandolo por mi oreja.
-Nada... solo...- lo miré a él y volví mi vista hacia mis dedos temblorosos- Em... nada, ya me olvidé.
-Thalia, cuéntame no me enojo.
-Enserio, no pasa nada.
-¿Thalia?-insiste.
-De verdad...no pasa nada.Suspiró en silencio y me tomó por sorpresa.
-¿Es por la chica que nos estaba mirando? ¿No?
-¿Có-cómo lo su...
-Me percaté, Thalia. No te preocupes, no tiene pruebas; y además Luppers nos cree unos santos.- trató de tranquilizarme,pero una parte dentro de mí seguía impaciente.
-Vale...- asentí acabando el asunto y me volteé para regresar a mi siguiente clase.-Thalia, no lo olvides, nadie sabrá de nosotros- me aseguró con ternura. De cierta forma sus palabras me reconfortaron, porque no tendrían que despedirlo, y a mí no tendrían que mandarme al tribunal; pero el hecho de que mis sentimientos hacia a él esten escondidos hacia personas que deben saberlo, me quitó la alegría del corazón en un breve apagón, como un foco común y corriente; solo Alex es el interruptor de mi corazón.
***
La clase del profesor que nunca escribe transcurrío bastante rápida. Las horas que solían ser años, se habían convertido en segundos, y los minutos que parecían interminables se dieron por acabados en menos de un parpadeo. El cansancio no predominaba en mi cuerpo, pero la angustia de que podrían expulsarme seguía en mi recuerdo. Los ojos de Tylor seguían impregnados en mi memoria y la voz estremecedora de Alex rezonaban en mis oídos como un emjambre de abejas; toodo parecía blanco y negro, sin salida y con poca esperanza. Los ojos de Melissa no se quitaban, y mi miedo aumentaba; la ansiedad me invadía y a poco tardar parecía dejarme tumbada en un lago de memorias vacías. Toodo me estaba dando vueltas hasta que choqué con alguien.Sentí correr una pequeña gota fría por mi frente, y mis ojos trataban de verla. Mis huesos parecían pegados a mis libros. No quería escuchar lo que diría, pero antes de que moviera su boca, fue cuando por un auricular negro, mi ángel guardian llegó como mi única salida.
-Thalia, escúchame con cuidado, el cuarto paso es: Evadir a los testigos. Tienes que responderles hasta dejarlos sin discurso. Es una guerra de palabras, donde no tienes que parar y quedarte en silencio. Solo debes vencerlos, como si fuera un decatlón acádemico. Tú sabes como ganar mi pequeña Fug.
Con esas palabras mi conciencia recuperó su sentido, y mi cerebro despertó a mi competidora dormida.
-Hola, ¿eres Thalia? ¿Cierto?- la voz de Melissa incrementó mis ganas de vencer.
-Así es- me acomodé la voz porque soné como un gato herido.-La que se meté con alguien de servicio técnico, ¿no es así?
Respire hondo, porque me causó rencor. Manifesté mi dolor, con solo una simple expresión.
-No. ¿Por qué lo dices?
-No lo sé- fue sarcástica- Porque hace un rato los ví, y parecían muy amistosos- enarcó ambas cejas.
-Em... no fui yo, creo que soñaste despierta- justo ahí, Thalia, ¡vamos!
-¿Por qué estaría soñando?- sonó asustada.
-Em... tampoco lo sé- eeeso!- Tal vez porque una vez en clase le preguntaste a Alex si tenía novia ¿No es así? Sí así fue, fuiste tú esa chica.
-¿Cómo lo sabes? Ni me recuerdas- sonó perdida.
-Em... porque estuviste conmigo en la competencia administrativa, y creo que ahí al ver tu rostro recordé.
-Te equivocas...
La callé- ¿A sí? ¿Osea me equivocó al decir que estas enamodorada de Alex?Su silenció habló y el sentimiento de gloria gritaba en mi cuerpo.
-¡Te equivocas Coltein!- gritó casi llorando.
-No, no me equivoco- estaba calmada, no me rebajaría a su nivel.
-¡Tú no lo amas! ¡Tú no lo amas! ¡Solo lo miras y nada más! ¡Lo único que buscas es darle un corazón roto! ¡Escú...No acabó de gritar, porque alguien con título de rector salió de su oficina, e intervino en su grito.
Sus pasos llegaron hasta que estuvo entre nosotras.
-¿Qué es lo qué sucede?
-Señor... escú- cú...-Melissa trataba de quitar su voz ronca y ahogada.
-Dije: ¿Qué es lo qué pasa?- Luppers habló serio- Señorita Coltein retiresé por favor, al parecer debo repetir las cosas, porque estoy hablando con una niña.No hice nada y solo giré en mis talones, escuché como Melissa rogaba mientras que Luppers le daba su expulsión por escrito; giré un poco y noté su puño apretado, justo Melissa voletó y sus ojos se tornaron oscuros y temibles, giré otra vez hasta que volteé en la columna; me recosté en la pared de ladrillos, y es cuando el quinto paso llegó a mis oídos:
Quinto paso: Tener un respaldo de evidencia, por si el rector logrará decubrirnos.
A penas escuché lo que dijo, recordé el vídeo en mi móvil; eso si que valía oro.
Recuperé mis fuerzas y la esperanza que se esfumaba, tomé mis cosas y fuí en busca de Alex. Creo que a pesar de esto, teníamos una salida.
...
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RISKI GAME
RomanceThalia Coltein es una universitaria de 18 años que es conocida como: "La alumna perfecta", o como: "La Cerebrito". Es responsable, tranquila, ordinaria, quejumbrosa, y vulgar. Pero nada de eso impide que tenga un futuro asegurado y exitoso. Aunque...