Promesa Olvidada

34 1 6
                                    

Toqué la puerta de servicio técnico como unas tres veces, pero nadie salía a abrirme. Traté de nuevo pero resultó inútil.
Me estaba malhumorando, hasta que volteé y lo ví subiendo con Roger. Mi cabeza revoloteba con la expresión de Alex al ver el vídeo del rector con la profesora en su oficina.
Pero antes de si quiera acercarme noté una expresión suya que me causó rareza.

- Alex... Hey!
- Qué haces aquí?-me habló serio.
- Yo solo venía a darte una noticia- mentí ya que a su costado tenía a Roger.

- Luego hablamos. Estoy ocupado Thalia.

Sentí un frío en sus palabras que me causó dolor en el pecho. Qué le hice? Acaso hice mal en venir a verlo?

Pues mas que claro idiota! Estas en la U. Alguien podría verte. Pero hace un momento me hablaba con tanta seguridad y alegría. Qué le pasó?
Será bipolar? No entiendo cómo me puede hechizar este hombre.

-Esta bien. Perdón Alex. Ya me voy- ni siquiera volteo a verme. Se quedó ahí como si nada y solo asintió.

No sé que paso, pero tengo miedo de lo que esté pensando ahora...

Necesito regresar a clase y olvidar este asunto. Tal vez, solo necesitaba un tiempo para estar enterado de las cosas.

Alex:

Acabo de ver a mi pequeña ilusión irse. Necesitaba abrazarla. Necesitaba de ella. Quería besarla y decirle cuanto la amo. Me iba a declarar como debía haberlo hecho desde un principio, pero hoy recordé una antigua promesa de secundaria.
Se me nubló la vista al verla hoy en el restaurante donde almuerzo. Me aleje de Roger mintiéndole que iba por unas bebidas, para así ir a ver que es lo que quería.

-Alex. Ya no me recuerdas acaso?- escuché su voz madura de siempre.
-Ah. Hola Amanda- me hice el sorprendido aunque no fuese muy bien.
- Milagro te dignas a venir a verme. Despues de siglos- me miró sonriendo algo ofendida.
-No. Nada que ver. Es que el trabajo me mantiene ocupado- aclaré cortamente.
-Ah... Ya veo...- extendió su mano cogiendo la mía.
-Qué haces?- inmediatamente aparte mi mano de ella.
-Quieres que te haga acordar algo, mi querido Alex?
- Qué cosa?- la miré dudoso.
-Un adolescente de 16 años, me prometió que cuando seamos grandes, seríamos novios. Pero aquel chico se mudó del pueblo para que consiga una mejor vida. Te suena familiar?- me miró segura de sí.

Lo olvidé. Le prometí eso? Acaso estaba chiflado o qué me pasó en ese momento de mi vida. Tengo que resolver esto.

-Amanda, ya no soy aquel chico de secundaria.
-Ni yo la chica de lentes con pecas- y en eso mentalmente asentí, estaba mejorada; pero aún así ella no me hacía sentir nada.
-Lo siento Amanda- traté de levantarme de la mesa para salir de este gran lío, pero por su expresión, su objetivo no era irse con las manos vacías.
- ¡Alexander Esteben Greeg Doson!

Paré en seco y volví hacia ella.

-No creas que me olvidaba de esto- levantó en su mano derecha mi objeto mas preciado. El anillo de bodas de mi mamá.

"Alex! Eras tan idiota! Enserio? Acaso le propusiste ser su novio entregándole eso?! Estas loco!?"

No puedo creerlo. Había cometido una idiotez. Esto no puede estar pasando. Es el único recuerdo que tengo de ella. Me pasé un mes buscándolo en mi casa antigua. Pero nada. Y ahora me entero de que por mi idiotez perdí mi mejor recuerdo.
Esto no esta pasándome.

-Amanda. Por favor. No dañes ese anillo- las miradas se posaron en mí, y el espectáculo acaparaba la atención hasta de las personas de afuera.

-No lo sé Alex. O cumples, o te olvidas de esto- hizo una leve botada del anillo para asustarme, pero lo cogió para que no cayera al piso. Solo lo hizo para asustarme.
- No dañes ese anillo- repetí vulnerable.
- Ok. No lo haré. Pero solo necesito que lo digas Alex.

"Idiota. No seas idiota. Que te queda."

-Amanda... Por favor... Te lo pido. No lo dañes.
- Quiero escuchar mi promesa...- guardo el anillo en su bolso y se cruzó de brazos frente a mí.
-Bien.
-Bien qué?- su malicia me estaba matando la paciencia.
-Amanda Richerson, quieres ser mi novia?- no pude creer lo que había dicho.
-Um...- se hacía la indecisa y sorprendida.
-Sí- sentí un gran pesar encima de mí.
-Me das el anillo?
- No.
-Pero ya tienes lo que querías?- me empezé a enfurecer y me aleje un poco de ella.
- Sí lo sé. Pero no voy a dejar que te vayas fácilmente. De ahora en adelante eres mi novio. Cumplelo, y veraz ese anillo más pronto de lo que crees.

Salió del restaurante, y las miradas de los expectantes volvieron a sus alimentos. Escuché mi orden lista y apenas la recogía, Roger vino por mí.

-Nos vamos?
Solo me quedó asentir, porque aunque no lo crea le había hecho daño a mi querida Thalia.

He sido un idiota...

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 04, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

RISKI GAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora