Cap 24

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Lisa.

Me embiste una y otra vez, nos besamos de tanto en tanto, está sobre mí, es tan fuerte, tan bello, está tan perdido por mí. No se controla, he perdido la cuenta de las veces que lo hemos hecho ya. Es tarde para regresar a casa, no lo quiero mencionar, el parece haberlo olvidado, mordisqueo su oreja, sonríe y muerde mi labio, su mano aprieta más mi pecho mientras incrementa sus estocadas, pasa su palma abierta por mis pechos acariciando mis pezones que están duros.

Gruñe y se queja sobre mi oído cuando se derrama, no logro alcanzar otro orgasmo, pero no me importa, ni siquiera finjo que lo hago, disfruto sus caricias y sus besos. Se tiende agotado a mi lado y sonrío feliz. No he tocado el emparedado, me lo entrega, lo recibo y doy un mordisco rápido.

Gimo ante la sensación de las salsas y el jamón en mi boca, estaba muerta de hambre, muerdo y mastico con desespero, estaba tan absorta en el sexo con Taehyung que olvidé comer, mi estómago agradece lo que me estoy llevando a la boca, como con los ojos cerrados.

—Toma, debe estar a temperatura ambiente —dice.

Abro lo ojos, y recibo el vaso con jugo de manzana. Sonrío.

—¿Por qué no naranja?

—Por si se te infla la pancita —responde serio.

—Serás un buen padre —digo mirándolo con malicia.

—Retorcida —dice y sale de la cama. Su teléfono ha estado sonando, lo atiende.

Admiro su culo perfecto mientras como y bebo.

—Sí, lo siento. Debí decirte. Ya la llevo. Vamos para allá —cuelga.

Se gira, me mira con esa mirada suya de preocupación que precede al desastre.

—Debes irte. Te escolto —dice.

—¿Quién era?

—Tu padre.

Mi sangre que congela. Coloco el emparedado y el juego en la mesa de noche, busco la toalla, busco mis cosas, las recojo del suelo donde quedaron.

—¿Cómo que mi padre, Taehyung? —pregunto mientras me visto.

—Límpiate antes de irte, tranquila, no tienes que salir desesperada —dice. Me toma por los hombros y me señala el baño, afirmo confundida, y entro al baño.

Solo hay una posibilidad: él le dijo. Mientras me limpio noto que mis manos tiemblan. No sé qué tanto le dijo, él le quería decir todo, pero, ¿en qué momento?, mi padre no ha cambiado conmigo, me miro al espejo, me limpio con agua el rostro, noto algunas zonas rojas en mi cuerpo, mi cuello, «Taehyung», no puedo llegar como una zorra barata a donde mi padre, me digo.

Salgo furiosa del baño, está terminando de vestirse, me voy contra su pecho y lo empujo con fuerzas, es mucho más alto y fuerte que yo, sostiene mis muñecas en el aire, me mira confundido.

—¿Qué te pasa?

—¿Qué le dijiste? —pregunto tratando de controlar el temblor de mi mandíbula, de mi cuerpo. Algunas lágrimas se me salen.

—De lo nuestro, lo siento, después de tu espectáculo sobre tu siendo desvirgada por un pillo que solo quería acostarse contigo, tuve que hablar con Dong.

Me separo bruscamente de él. Me siento a la orilla de su cama, las lágrimas salen y no las contengo, dejo que recorran mis mejillas, se arrodilla frente a mí.

—¿Qué pasa?

—Me quedaré está noche aquí contigo, ya que sabe lo nuestro, pues le dirás que has dejado a su hija como una puta barata chupada por todos lados, así no me voy a presentar con mi padre —digo y señalo las zonas rojas de mi cuello, mis pechos.

LOCA POR TI  (Taelice)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora