Cap 57

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Taehyung.

Dong camina alterado de un lado al otro, insulta la chófer que los llevó. El hombre describe la dirección, está nervioso y balbucea.

—Ya no deben estar ahí, quién sabe a dónde se la llevó —grita Dong alterado.

—No será lejos, da chance de buscarla —digo.

—Tú sabias, Taehyung, sabias —me recrimina mientras Dara limpia las heridas de su rostro.

—Quería decirte, iba a decirte.

—No, querías llamar la atención de ella, de otro modo iba y me decías y ya, no sé qué pasa contigo, Taehyung, no sé si alguna vez quisiste a mi hija, o qué te pase ahora con ella, pero has debido decirme a mí.

—Sí, es verdad, en el fondo contaba con que ella misma te lo dijera, en que ella reaccionara, me siento ridículo metido en esto, la verdad no tenía que decirte nada.

Él suspira y afirma con la cabeza gacha.

—Es verdad. Gracias, sospeché cuando ese tipo dijo lo que dijo en la habitación de Lisa, por eso me quedé a escuchar lo que hablarías con ella, presentía algo. Ese maldito se ha estado aprovechando de mi hija, ella no está bien, está muy vulnerable, temo que le cuente…ya sabes, y que él lo use en su contra.

—¿Está tomando sus medicinas?

—Sí, pero esas medicinas la convierten en un robot, en un ser gris y sin alma —dice, su voz se quiebra y comienza a llorar, Dara lo abraza.

—La buscaré y hablaré con ella.

—No, Taehyung, gracias, ella no quiere verte más, me quedó claro y quizás la altere más tu presencia, la buscaré y hablaré con ella,  el padre de Jaehyun es un hombre razonable, hablaré con él para que me ayude a ubicarla, ha dejado hasta su teléfono.

—Cuentas conmigo para lo que sea. Estaré pendiente, llámame si me necesitas.

—Gracias, Kim.

Dara se despide de mí con un abrazo. No ha dejado de llorar.

Me subo a mi auto con un sabor amargo, con el corazón comprimido, no quiero que termine mal, no quiero que sufra y es claro que con ese hombre nada bueno le espera. Es una maldita rata que se aprovecha de su vulnerabilidad. Yo también lo hice, también me aproveché de ella y no la ayudé, la alejé como si fuera una apestada.

Estuvo a punto de acabar con mi vida, lo sé, pero no puedo dejar de pensar en que necesita ayuda, está enferma y está sola. Llego a casa y mi hermana y Tzuyu terminan de retirar los platos de la cena. Ríen entretenidas, no notan que he llegado.

Tzuyu se gira a guardar algo en la nevera y me nota, sonríe y se acerca a mí, se cuelga de mi cuello y me besa en los labios, la aprieto tomándola por la cintura.

—Te estaba extrañando ya —dice.

—Ya estoy en casa.

—¿Dónde estabas?

—Por ahí —respondo derrotado.

—Me quedo está noche —dice sugerente y se pega más a mí.

—Qué bueno.

—¿Puedes fingir más emoción?

—Estoy cansado. Es todo ¿Y el niño?

—Duerme plácidamente.

—Hermano —dice Jennie. Me lanza un beso con la mano y pasa a su habitación sin decirme nada más.

Quiere irse a vivir sola y no la dejo, me he vuelto muy sobreprotector con ella y el bebé, sé que debo dejarla emprender sola su camino, pero me cuesta soltarla.

LOCA POR TI  (Taelice)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora