Cap 30

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Lisa.

Estoy alterada, pero sé que debo calmarme, tampoco me conviene que me desprecie por intensa, sabe que no la resisto, me convenzo más de que ella debe salir de su vida, de nuestras vidas, porqué él es mío y de nadie más.  Me pertenece de formas que ellas jamás podrán siquiera soñar.

—Necesito caminar sola por la playa —digo con voz afectada, lo suelto.

Se queda mirándome con confusión, se ve agotado también.

—Vamos, nada de que te quedes sola hasta tarde por ahí. —Niega con la cabeza.

—No estaré sola, están tus amigos. —Suspiro cerca de su cara, me enrollo en su cuerpo, me alza ligeramente, la intensidad de su mirada en mis ojos me hace sentir poderosa.

—Está bien. Me extraña que me vayas a dejar solo en mi cama, cualquier mujer puede meterse —dice serio, evalúa mi reacción.

—No me parece gracioso, Taehyung, no me quieras atormentar, te burlas de mí. Si eso pasara, le arranco el cuello con mis dientes.

Ríe, echa la cabeza hacia atrás.

Me quejo, me suelto de él y le doy la espalda, siento como me rodea con sus brazos fuertes desde atrás, besa mis cabellos.

—Soy un retorcido de mierda como tú, por alguna razón me causa gracia oírte hablar así, espero que solo sean exageraciones.

Me sacudo.

—Vete a dormir —digo.

Duda pero se aleja hacia el pasillo. Recorro la casa en busca de Yoongi. Veo a Jiimin salir de una habitación con una de las lobas. Ruedo los ojos y me quedo atrás para que no me vean, ríen y se abrazan, tienen intención de ir a la playa.

Sigo buscando y no lo consigo así que busco en la planta baja, no lo veo en ninguna parte, pienso que solo puede estar en un lugar: afuera, eso o está encerrado con una de las lobas, me asomo a la sala desde donde se ve la playa a través de las ventanas de cristal.

Está allí con el resto. Le escribo un mensaje para que entre a la casa, espero a que lo vea, se tarda en verlo, está concentrado en la conversación con el grupo de amigos de Tae. Cuando por fin lo ve, alza la vista, mira hacia la casa. Lo veo levantarse y viene hacia acá.

Lo espero en la puerta al lado de las ventanas para que no me vean, lo halo por una mano y lo arrastro conmigo hasta la cocina.

—¿Qué pasa?

—Eso digo yo. ¿Qué haces dándote besos con las lobas esas? La enfermera es el objetivo —digo tensa.

Niega, sonríe.

—Se la pasa encerrada, no es como muy sociable.

—Pues qué raro, porqué la muy puta lo es con mi novio.

Alza una ceja y se encoge de hombros.

—¿Qué quieres que haga?

—Drógala, pon droga en su bolso, si Tae viera eso entre sus cosas no dejaría que cuide a su hermana. No dejaría que esté en su casa.

Me mira receloso.

—¿Quieres que use la mía?

—Pues si quieres te la pago, usa la que usan los amigos de Tae, se las reparten como caramelos.

—¿En qué momento?

—No me estás siendo de ayuda —me quejo, me cruzo de brazos y me coloco de espaldas a él.

—No sé si…

—No haremos que vaya presa, ni que la maten, ni siquiera golpearla, solo quiero que pierda su trabajo —explico calmada.

LOCA POR TI  (Taelice)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora