Cap 37

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Lisa.

Agradezco haber estado furiosa y no llorando, me doy una ducha y al salir me aplico cremas por todo el cuerpo, estoy depilada, exfoliada, mi piel está pálida, más no importa, huelo delicioso. Me pongo un conjunto de ropa íntima muy sexi en blanco, transparente, me pongo un vestido, quiero que Taehyung tenga acceso a todo mi cuerpo.

Escondo los peluches de mi habitación, no quiero parecer infantil. Aún es rosada con morado, no puedo hacer que la pinten en tan poco tiempo, hago que sustituyan el juego de sabanas rosado por uno blanco.

Mi cabello cae en finas ondas por mi espalda. Me quedo descalza y me lanzo sobre la cama. Pienso recibirlo en la cama, tenemos mucho tiempo sin estar juntos. Necesito seducirlo, que me perdone por nuestra última discusión.

Tocan a la puerta.

—Señorita Lalisa, el señor Taehyung —anuncia una de las mujeres.

—Que suba.

—Pero…

—¡Qué suba! ¿Te lo tengo que decir dos veces?

—Pero si su papá…

—¡Qué suba! —grito.

Se hace silencio, aspiro aire y lo suelto. Debería mudarme sola, o con Taehyung, para que estas perras dejen de tratarme como a una niña. Ya soy mayor de edad. Se abre la puerta. Me arrodillo en la cama expectante. Es él. No aguanto la emoción y salgo de la cama, me lanzo sobre él, me cuelgo de su cuello.

—Mi amor, te extrañé mucho, estás bien ya. Mi vida. No dejaban que me acercara a ti, todos creen que te hice sufrir ese accidente, me odian, me he sentido tan sola —me quejo y susurro sobre su cuello.

Acaricia mi cabello, busca mi cara, me sonríe con debilidad, su cara se ve demacrada.

—Ya hablaré con ellos, fue un accidente.

—¿Vedad que si? Fue solo un accidente, nunca te haría daño. Yo Te amo.

—¿Estás bien? Supe que hablaste con al policía.

—Sí, no hay problema, todo bien. Te ves mal, ¿te sientes mal?

—La medicina es fuerte.

Besos su labios, no me rechaza, pero me aparta rápido. Beso su cuello, con mis manos toco su entrepierna, gimo y hago que recorra con sus manos debajo de mi vestido. Se aparta.

—Lisa.

—Te necesito, te extraño, quiero consentirte —digo, hago puchero.

Se sienta sobre mi cama, suspira. Se lleva las manos a la cabeza. Lo acaricio allí, extraño su cabello, no sé porque no crece aún, ya han pasado dos semanas.

— te ha salido muy poco cabello, debería haberte salido más.

Toma mis manos, las aparta de su cabeza, suspira.

—Quiero que hablemos de lo que pasó en la casa de la playa con Tzuyu —dice firme.

Me tenso.

—Esa maldita otra vez —grito, sin controlarme. Cierro los ojos, aspiro aire con fuerza y lo suelto.

Abro los ojos, me mira sorprendido. Traga saliva, niega. Pestañea.

—Lo que te dije, después de que se fue. No debí decirte eso —dice con tono suave.

Sonrío aliviada, coloco mis manos sobre sus hombros.

—Pensé que me hablarías de esa mujer de nuevo, me muero, no soporto que la menciones, no quiero saber de ella nunca más, ya ha salido de nuestras vidas.

LOCA POR TI  (Taelice)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora