Nice Dream // ChanMin

01. Tired

Lunes, 7:00 am

Era el primer día de Kim Seungmin en un nuevo curso de instituto.

Estaba cansado, la noche anterior no había dormido nada, ya que estaba nervioso por el nuevo grado que cursaria. 

Ya conocía a sus compañeros, y mejor de lo que él hubiera deseado. Le daba miedo que el curso que le esperaba fuera igual o peor que los anteriores.

Alguien tocó la puerta, era su madre indicando que tenía que despertar. Si no, llegaría tarde.

Seungmin quería morir.

Sobretodo, estaba nervioso por cómo un compañero en concreto recibiría su vuelta después de no verse en tres meses. ¿Le sorprendería? No había cambiado mucho, simplemente en el verano su acné desapareció y también le dijo adiós a los brackets.

Simplemente no quería que aquella persona fuera a atacarle nada más verle, pero sabía que eso era prácticamente imposible.

Después de cambiarse y asearse, bajó a desayunar. Donde el resto de su familia ya estaba en la mesa.

Finalmente, el chico decidió sentarse en su sitio, esperando a que su madre bendijera la mesa. Teniendo que aguantar múltiples miradas incómodas de sus padres, abuelos y de su hermana Sara.

– Amh... ¿puedo empezar? — Espetó la mujer con una voz seca.

El resto de la familia asintió con la cabeza, se dieron las manos y comenzaron a orar.

Después de desayunar, fue a lavarse los dientes para seguidamente agarrar sus cosas y salir por la puerta de su casa.

Sin ningún comentario.

Sin ningún "buena suerte en tu primer día"

Solo un "que Dios os bendiga"

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Al llegar al instituto, el chico rezó para no encontrarse con esa persona de buena mañana, No quería sentirse peor de lo que ya estaba.

Y rezar no le sirvió de mucho, puesto que justo al llegar a su taquilla vio a esa persona justo delante suyo, apoyado delante de la puerta de la taquilla de Seungmin viéndolo con una sonrisa tonta.

– ¡Cuanto tiempo santito! Pero... ¡¿Dónde han ido a parar tus granos?!  ¿Y tu ropa de domingo? ¿Cuantas hostias te has llevado por llevar una simple sudadera y unos pantalones anchos? — Exclamó el chico de rulos, quien no hacía más que molestar a Seungmin.

– No sé si sabes lo que es el acné, y que como todo, viene y se va... ¿Y a ti que te importa lo que piensen mis padres de mi ropa? — contestó el más alto con un tono menos rudo que de costumbre, el solo quería pasar desapercibido por lo menos una vez en su vida.

– ¡¿No jodas que también te han quitado los brackets?! Madre mía santito, este verano te has puesto bien calentito ¿eh?

– Das asco. — Dijo el castaño antes de cerrarle la taquilla en la cara e irse enfadado.

Seungmin, después de eso, no pudo evitar dejar escapar una pequeña lágrima, una pequeña lágrima que prometió no soltar.

Lo que no quería que pasara, pasó.

Aquel chico era un compañero de clase de Seungmin, que, desde la llegada del castaño, ha estado haciéndole la vida imposible.