Un Trato Entre Dos Parásitos

11 1 11
                                    

Edeo y Vilgot se asoman por el ventanal y logran ver a ese cíclope entrar en un carruaje justo debajo de ellos, el carruaje entonces empieza a moverse en línea recta.

-Hay que alcanzarlos. -Dice Edeo en tono serio-

-Si... usaremos el cañón piano después de todo. -Responde Vilgot-

Entre ambos suben al piano y empujan los cañones, rompiendo el ventanal y apuntando hacía el frente.

Edeo entra en uno de los cañones, asomando su cabeza un poco para ver a donde se dirigen.

Vilgot también entra a uno.

-Creo que están apuntando bien... El carruaje se aleja rápido -Dice Vilgot-

-Hazlo. -Responde Edeo-

Vilgot asiente, se asoma por encima del cañón y una vez ahí, con mucho esfuerzo dispara dos picos de hielo, lo suficientemente grandes como para presionar las teclas correctas del piano.

Los cañones se disparan primero el de Edeo y después el de Vilgot lanzandolos muy alto por los aires.

Edeo está muy lejos como para que Vilgot lo ayude a aterrizar con cuidado y sin ello, Edeo está en serios problemas.

-¡Maldita sea!

Edeo alcanza a ver el carruaje a lo lejos, desenfunda su espada de cristal y respira profundo.

-Aquí... ¡Voy! -Grita Edeo mientras arroja su espada al carruaje con ambas manos-

La espada da vueltas en el aire rápidamente, al final de su trayecto la espada se clava en una de las esquinas del carruaje dejando la agarradera de la espada libre por un costado, Edeo suspira aliviado.

-Tu puedes, tu puedes. -Dice Edeo para si mismo-

Edeo alcanza el carruaje en movimiento y con todas sus fuerzas toma el mango de su espada clavada en la esquina.

-¡Ahhh! -grita Edeo-

Por el agarre tan fuerte de Edeo la espada se desliza cortando gran parte de la pared derecha del carruaje.

Después Vilgot arroja un pico de hielo grande que se clava en el techo del carruaje con una rampa arriba por la cual el se desliza y amortigua gran parte de su caída, aunque se golpeó muy fuerte su espalda.

Edeo trepa por la pared y llega al techo del carruaje, respira agitado y ve a Vilgot tirado en el techo.

-¿Estás... bien? Uff, eso fue intenso. -Pregunta Edeo recuperando el aliento-

-Me golpeé un poco... Pero estoy bien. -Dice Vilgot para después ponerse de pie poco a poco-

-Ahora hay que detener este carruaje -Dice Edeo-

Ambos se acercan para lastimar al jinete, quién en este caso es el cíclope, pero un montón de aldeanos empiezan a victorear y tirar confeti mientras pasan, distrayendo a Edeo y Vilgot.

-¿Qué está? -Pregunta Edeo-

-Cuidado... -Dice Vilgot-

Edeo gira y nota como un caballero de cono intenta trepar el carruaje por su lado, al verlo Edeo solo lo patea en la cara y este cae, Vilgot mira al rededor y se percata qué varios caballeros enemigos montados a caballo los están persiguiendo.

-No bajes la guardia... -Dice Vilgot mientras desenfunda su espada y escudo-

-Aquí vamos de nuevo. -Responde Edeo-

Seis enemigos intentan subir al mismo tiempo, el carruaje tambalea un poco y extrañamente aún viendo toda la escena los aldeanos siguen aplaudiendo.

-Vamos, ¡suban todos al mismo tiempo! -Grita un enemigo-

¡Castle Wars! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora